Vicente del Bosque: «No consultaría nunca a una vidente»

Legendario fútbolista en el Real Madrid y flamante seleccionador nacional. En dos ocasiones llegó a ser entrenador del primer equipo de manera interina, hasta que en 2000 le llegaría la oportunidad definitiva en el Madrid. Fue entonces cuando Del Bosque comenzó a encadenar éxitos: dos Ligas, dos Champions League, dos Supercopas de España, una Supercopa de Europa y una Copa Intercontinental. Con la Selección Española nos ha llevado a lo más alto, a ser Campeones del Mundo en el Mundial de Suráfrica 2010, y esos momentos no los vamos a olvidar nunca. Además es un padrazo y doy fe que se desvive por los suyos. Fútbol y familia, dos pasiones para un hombre muy íntegro y afable que ha conquistado a todos los españoles.

–En el día a día, ¿cómo viste Vicente del Bosque?

–Normalmente con corbata, porque para la mayoría de cosas que tengo que hacer a diario debo ir vestido con traje y mi mujer dice que es lo que mejor me sienta.

–¿Imaginaste llegar tan lejos en algún momento de tu vida?

–Fue impensable. España ha ofrecido muy buenas generaciones de futbolistas que no han tenido la suerte de ser campeones del mundo. Es cierto que en la actualidad hay muy buenos jugadores y suerte, que es necesaria en la vida.

–¿Cuándo conseguiste tu primer balón de fútbol?

–En Reyes sólo pedía que me trajeran un balón. No era un bien que abundara. Eran tiempos difíciles. Y las botas de fútbol era el mejor regalo posible que te podían hacer.

–¿Era Vicente del Bosque un buen estudiante?

–Muy normal. Mis padres nunca me prohibieron que jugara al fútbol.

–¿Te consideras un hombre tranquilo?

–Para nada, tengo muchos nervios y me altero bastante, pero intento en el desarrollo de mi profesión ser lo más tranquilo posible. Si un entrenador se altera toma peores decisiones en el campo.

–¿Te hubiera gustado que alguno de tus hijos fuera fútbolista?

–No, no especialmente. Sabemos que es muy difícil y hay muchos chavales luchando. Pero sí me gusta que hagan deporte.

–¿Eres un hombre con sentido del humor?

–Bueno, imagino que tengo mi ironía, como todo el mundo. Las cámaras me intimidan y no me encuentro demasiado cómodo ante ellas.

–Cuando te jubiles, ¿a qué te dedicarás?

–Tengo cosas en particular para ocuparme y entretenerme, además de ayudar a mis hijos. No creo que me aburra.

–¿Cómo es el vestuario de un futbolista?

–En los que yo he estado ha habido muy buena convivencia y respeto, de eso me siento muy orgulloso.

–¿Es más difícil ser seleccionador o padre?

–Creo que ser padre es más complicado.

–¿Tienes algún entrenador favorito que te sustituya para la selección?

–Benítez, Pep Guardiola, Roberto Martínez... Pero no voy a ser tan tonto de decidir yo. Hay muy buenos entrenadores en España con formación.

–¿Cómo está España? ¿Quién entrena esto?

–Soy optimista. Creo en los políticos y en la gente que se dedica a la vida pública. Pero todos debemos tener la mentalidad de querer ayudar.

–¿Cuál ha sido el gol de tu vida?

–Mi mujer y mis tres hijos son lo mejor que me ha pasado. No soy un hombre de decir «te quiero» con frecuencia. Aunque sí hay alguien a quien se lo digo mucho es mi hijo Álvaro, que es mi amor.

–¿Qué tienen los niños con Síndrome de Down que son tan especiales? ¿Qué tiene Álvaro?

–Le hemos tratado siempre como a uno más, hemos intentado darle la mejor formación posible para que trabaje. Su madre es la que tiene más mérito, ha logrado que sea autónomo.

–¿Qué les dirías a esos padres que se tienen que enfrentar a la noticia de que su hijo viene con Síndrome de Down?

–A los pocos días de nacer la fundación Síndrome de Down se pone en contacto con los padres. Alguna vez les he acompañado e intento ayudarles a ver las cosas de otra manera. Se les hace ver que va a ser un niño muy querido. Mi hijo es como cualquier chico de su edad, piensa que la que tiene que ganar siempre es la Selección.

–¿Cómo ves el fútbol en el momento actual?

–Creo que no hay que ver las cosas con demasiado pesimismo. Los dos primeros partidos del Mundial han sido un paréntesis, no siempre se puede ganar, también uno aprende cuando pierde.

–¿Consultarías a una vidente sobre el futuro de tu equipo?

–Radicalmente no. No creo en nada de eso, yo soy cristiano y punto.

–¿Un lugar en donde despertar?

–Me gustan mucho Málaga y la Costa del Sol, aunque mis sitios preferidos siempre han sido Salamanca y Madrid.

–El día que te vayas, que ojalá sea dentro de muchísimos años ¿Qué te preocupa de lo que dejas aquí?

–Principalmente mi familia, que mis hijos sean majos, que se lleven bien.

–¿Cómo te imaginas en el futuro?

–Pues intentando envejecer lo mejor posible, con la cabeza bien y con buena salud. No creo que esté muy alejado del fútbol, aunque con libertad para hacer mis cosas. Además, creo que hay que defenderlo, no entiendo a quien ha vivido toda la vida del deporte y cuando se jubila dice «ya no quiero saber nada más del fútbol».

–Me ha dicho un pajarito que después del verano vas a tener una alegría muy grande...

–Sí, se casa mi hijo de 28 años, que ya es hora.