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«Forever»: La inmortalidad sólo era parte de la ficción

«Forever»: La inmortalidad sólo era parte de la ficción
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Viajar en el tiempo y vivir eternamente son, probablemente, dos de los principales y utópicos sueños del ser humano en algún momento de su vida. Ante la imposibilidad de llevar a cabo tan interesantes aventuras, la ficción televisiva, al igual que la literaria, ha sido la encargada de acercar a los espectadores estas dos experiencias. Y en el privilegio, o la maldición, de estar en este mundo más tiempo del humanamente posible, en la última temporada nos hemos encontrado con el doctor Henry Morgan, protagonista de la serie «Forever», que podemos ver la noche de los miércoles en Antena 3.

La producción, cancelada en mayo por la cadena ABC, es un procedimental policial que se centra en el trabajo del Dr. Morgan en el Departamento de Policía de Nueva York. Ése es el nuevo destino que elige para su vida el forense, que tras dos siglos de existencia ha tenido la oportunidad de dedicarse a las profesiones más variadas. Casi tanto como el número de muertes que ha sufrido desde 1814, cuando, tratando de rescatar a un esclavo en un barco, fue disparado y falleció por primera vez.

A pesar de que la vida le ha llevado por los caminos más variados, Henry Morgan vive en Nueva York con Abe, un simple amigo para los conocidos, que en realidad es su hijo. Abe es un apoyo muy importante para Henry, ya que es la persona con la que comparte sus inquietudes acerca de la vida y de la muerte y el único que conoce su inmortalidad. Hasta que aparece en escena Lewis Farber, un misterioso personaje que sufre el mismo mal que Henry.

Esta aparición, que pone en peligro la vida del protagonista, es uno de los focos de interés de la serie, que también se ocupa de contar el pasado de Henry a través de interesantes «flash-backs». Pero también lo son la relación que mantiene con sus compañeros de laboratorio y los investigadores de la Policía. En el primer caso, la persona más cercana a Henry es Lucas, el asistente del forense durante las autopsias, un joven simpático que siempre se esfuerza por estar a la altura de su mentor y jefe. En el caso de los inspectores, tras su «muerte» en un accidente de metro, Henry se ofrece para trabajar junto a la detective Martínez y su compañero Mike Hanson. A pesar de que la sabiduría que ha adquirido a lo largo de los siglos suele dejar con la boca abierta a los investigadores, Henry se convierte rápidamente en uno más en la comisaría. Por mucho que la teniente Reece trate de mantenerle lejos de sus oficinas.

El actor galés Ioan Gruffudd ha sido el encargado de encarnar al interesante doctor, que a pesar de que logró convocar a ocho millones de espectadores frente al televisor en su estreno, a lo largo de sus 22 episodios sólo fue capaz de retener a la mitad de ellos. Una cifra que la ABC no consideró suficiente como para renovar la serie por otra temporada. Alana De la Garza como la detective Jo Martínez y el veterano Judd Hirsch en el papel de Abe han sido dos de los compañeros de Gruffudd en el reparto de esta producción que bien merece un vistazo por, desafortunadamente, breve que vaya a ser.

- Lo mejor

La química entre De la Garza y Gruffudd, que parecía que iba a asegurar la supervivencia de la serie. Y el interés de la producción por recurrir a«flashbacks» atractivos que ayudasen a comprender las vivencias de Morgan a lo largo de su azarosa y extensa vida.

- Lo peor

La rapidez con la que ABC se la ha quitado de encima, porque los rumores de cancelación de la serie ya aparecieron el pasado otoño. Y que se parezca en muchos aspectos a «New Amsterdam», que por cierto corrió peor fortuna, siendo suspendida en el sexto episodio.