Meghan Markle de blanco y muy clásica en el bautizo de Archie

Meghan y Harry han bautizado a su hijo Archie Harrison en el Castillo de Windsor

El blanco se está convirtiendo en el color de Meghan Markle, si ya lo utilizó para la presentación oficial de Archie Harrison, hoy ha vuelto a apostar por este tono en el bautizo de su pequeño.

Con permiso de Archie, su madre ha sido otra de las grandes protagonistas del día, y ha querido recuperar su imagen más royal en esta cita tan señalada. Como decíamos, Meghan ha apostado por su versión más clásica con un vestido blanco de cuello redondo y manga francesa de cuerpo ajustado y falda de vuelo. Un look que ha combinado con un tocado al tono de flores de tul y redecilla, sencillos pendientes de brillantes y un recogido como peinado.

Siendo fiel a su estilo, se ha decantado por un vestido de líneas depuradas con escote barco entallado al cuerpo, con manga francesa y falda evasé por los tobillos firmado por Dior. Inevitablemente, estas características evocan al ya histórico look nupcial que llevó hace poco más de un año para pasar por el altar junto al príncipe Harry.

Al otro lado, Kate Middleton que ha hecho gala de su caracteristica sofisticación y elegancia, pero ha dejado brillar a su cuñada en el gran día de su pequeño. Para la ocasión ha elegido para la ocasión un vestido en color rosa de cuello blusa con lazada, detalles plisados en el escote, cintura marcada y falda recta aunque por el tejido no se ajusta. Se trata de un vestido de la británica Stella McCartney que cuenta con cuello perkins rematado por una lazada, detalles plisados, cintura entallada y falda evasé por encima de la rodilla que ha reciclado del almuerzo de Navidad celebrado el pasado 19 de diciembre en el Palacio de Buckingham. Un look que sin duda parecía salido de la serie Gossip Girl, propio de su protagonista Blair. ¿No os recuerda? Además ha elegido un complemento muy en tendencia y además muy propio de la protagonista de la serie. Una diadema roja de diseño trenzado, con unos salones en el mismo tono. Esta vez Kate no ha lucido un tocado y le ha dejado el protagonismo a su cuñada.