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Eugenia de la Torriente: «No creo que haya ninguna prenda proscrita en la moda»
Eugenia de la Torriente. Periodista y escritora. Presenta nuevo libro, «La elegancia masculina», el manual de estilo definitivo
Eugenia de la Torriente es una de esas personas a las que no les gusta sonreír. Su arte reside detrás de la cámara y delante de ella confiesa sentirse incómoda, aunque se rodee de ellas a diario gracias a su trabajo, directora de «Harper’s Bazaar». Ahora se embarca en un periplo literario con «La elegencia masculina» (Editorial Debate) donde destripa los secretos del clóset masculino, haciendo un repaso por todos los momentos históricos que han marcado la vestimenta del hombre. En la entrevista nos ha confesado que aboga por que «el chándal evolucione y trascienda su uso cotidiano», toda una declaración de intenciones de alguien que abre su mente en una industria que a día de hoy aún conserva clichés y elitismos reservados para unos pocos.
–La moda es cíclica pero, ¿qué cree que no debería volver?
–No creo que haya algo proscrito en la moda. Cuando las cosas vuelven las acabamos abrazando. Como los vaqueros nevados de los 80 o las camisetas cortas ombligueras. La moda es reinterpretación y reciclaje. Yo soy bastante constante en mis gustos, visto bastante igual. Que las cosas vayan o vuelvan no me afecta como consumidora.
–Habla de moda masculina en su libro, ¿cuáles son sus referentes en esta industria?
–En cuanto a diseñadores, Giorgio Armani, que redefinió la silueta masculina con su primera colección y sigue siendo precursor de la moda de hombre actualmente. Tom Ford, que recuperó cierto clasicismo; Jonathan Anderson está haciendo un trabajo muy interesante con Loewe; Raff Simons, que lleva un discurso coherente e interesante en moda masculina, etc. Hay grandes diseñadores de moda para ellos.
–Enfoca este tomo no tanto como una guía masculina, sino más bien como un curioso archivo histórico. Habla de muchos referentes pero, ¿qué personaje de los que menciona reviviría para tomarse un café?
–Con muchos, pero seleccionaría a Francis Scott Fitzgerald para charlar sobre sus personajes. Siempre me han encantado las dotes sociales que proyectaba, la forma en la que se comportaba en sociedad y esa idea de los perfectos anfitriones y de darle a cada uno lo que necesitaba oír. Es una idea de la elegancia y el saber estar.
–Hay una cita en su libro de Angus McGill: «Todas las modas masculinas empiezan como ropa deportiva y progresan hasta ropa de Estado. El frac está terminando este viaje pero el chándal lo acaba de empezar». ¿Se ve cenando con Anna Wintour en chándal en unos años?
–En el caso de los hombres estamos viendo cosas parecidas; el chándal se ha sofisticado tantísimo que ahora mismo no es extraño imaginarse a Kanye West cenando con Anna Wintour en chándal. Con lo cual sí, creo que esta prenda ha trascendido el espacio de lo deportivo y ahora funciona como un traje que se usa para todas las ocasiones. Abogo que el chándal evolucione, se transforme y trascienda su uso cotidiano. No se debe criminalizar a la prenda deportiva, sino al mal uso que muchas personas hacen de ella.
–¿Cómo le pide a Giorgio Armani que trabaje con usted y le escriba el prólogo del libro?
–Hablé con su oficina de Prensa y aceptaron, ha sido todo un privilegio. He tenido la suerte de entrevistarlo varias veces y es un caballero extraordinario con una disciplina para el trabajo maravillosa y admirable.
–¿Cuál es su prenda favorita del armario masculino?
–El traje, es la unidad mínima de significado. Este contiene todo lo que ha pasado en la historia del vestir masculino de los últimos siglos; pero también me encantan las zapatillas, dan un toque de diversión bienvenido y me encantan los sombreros. Me parece una gran pérdida que hayan desaparecido del uso cotidiano del armario masculino.
–Cuenta cómo en la historia los primeros en usar los tacones fueron los hombres. La moda es caprichosa pero, ¿se ve paseando con su chico con él sobre unos Manolo Blahnik?
–No me imagino ahora, pero no hay nada en los tacones en sí mismos que indiquen que son femeninos, son una construcción social. Es complicado abstraerse de ella pero lo interesante es que si un hombre lo desea, pueda llevarlos. Estamos al principio del cambio para muchas prendas masculinas que quedaron proscritas de su armario.
–Imagine que se levanta un día tarde y con el horario justo, ¿se pone lo primero que alcanza o tiene un ritual de vestimenta?
–Tengo un bebé de 10 meses y eso cambia todos tus ritmos, con lo cual el tiempo va para él. Tengo, como mucha gente, algo parecido a un «uniforme» del cual echo mano en momentos en los que no puedo dedicarle mucho tiempo.
–Dígame quién es la personificación de estilo en España.
–Me cuesta mucho contestar esta pregunta porque para mí la elegancia tiene que ver con la forma de proceder, estar, de moverse... Trascienden a cualquier ranking. Nos hemos convertido en árbitros de la elegancia y metemos a todos en una lista donde perdemos matices. Por eso mismo te contesto recurriendo a mi padre o mi marido, ya que me gusta lo que llevan pero también conservan su autenticidad, su estética y su ética. El hombre elegante es el que conserva su estética y su ética.
–¿Naty Abascal o Sophia Loren?
–Soy ferviente admiradora de Naty, es alguien a quien admiro muchísimo. Es historia viva de la moda española y además súper divertida. Tiene un conocimiento de moda del que la gente se olvida fácilmente. Me quedo con ella.
–En el ámbito de la política, ¿a qué personaje le recomendaría su libro de moda masculina?
–En España hacen un esfuerzo deliberado por huir de todo tipo de elegancia. Parece que sin son elegantes, están más alejados de la gente. Que no lo creo. Se rigen por un criterio que los convierte en masa gris sin autenticidad. Los políticos españoles son una masa gris de la moda. Hay políticos que ahora sí están usando su imagen para con ella transmitir un mensaje y negarse a acatar unos códigos. Lo vemos en España con Pablo Iglesias.
–Entonces, ¿le gusta la coleta masculina en el dirigente de Podemos?
–Me parece que es algo que no está impuesto, es un reflejo de su personalidad, por eso me parece una muestra de coherencia que la mantenga. Todo lo que sea auténtico hay que promoverlo. Me parece menos deseable cuando la gente asume una convención que no parte de su personalidad. Pablo Iglesias no me parece acertado estilísticamente hablando, pero él hace de eso una bandera. Es consciente de que manda un mensaje político con su imagen.
–Confiéseme una clave de estilo atemporal para un chico, algo que todos deberían saber.
–La principal clave de estilo es la de «conócete a ti mismo». Hay que saber cómo es uno, cuáles son los puntos débiles, saber tu estilo y actuar en consecuencia.
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