Caso Weinstein

Los acosos hunden a Testino y Bruce Weber

Una treintena de modelos y asistentes que trabajaron para los famosísimos fotógrafos han detallado a través de la investigación de «The New York Times» los abusos sexuales a los que fueron sometidos

Mario Testino y Bruce Weber.
Mario Testino y Bruce Weber.larazon

Una treintena de modelos y asistentes que trabajaron para los famosísimos fotógrafos han detallado a través de la investigación de «The New York Times» los abusos sexuales a los que fueron sometidos.

Mientras el mundo del cine comienza a evaluar las consecuencias, justas o injustas sin mediar denuncia, de lo que algunos como el actor Liam Neeson ya han catalogado de «caza de brujas»; otros, con el último escándalo aún fresco: las acusaciones por acoso sexual de una treintena de modelos masculinos contra los archiafamados fotógrafos Mario Testino y Bruce Weber, ya tienen respuesta a la pregunta más manida en los últimos tiempos. ¿Por qué ahora? La contestación tiene nombre y apellido: Harvey Weinstein. Con su acusación y caída cambió todo. Los todopoderosos ya no tienen quienes les guarden las espaldas ni la reputación. El miedo ha desaparecido.

El mismo caso que ahora sacude a Testino y Weber, en octubre pasado le costó el ostracismo al fotógrafo neoyorquino Terry Richardson. Sobre él constaban acusaciones de abusos sexuales de modelos desde 2010 pero no fue hasta estallar el caso Weinstein, merced al amplio catálogo de denuncias que recogió «The New York Times» en contra del productor más premiado de Hollywood, cuando la industria de la moda tomó medidas contra Richardson y «Vogue», Bulgari o Valentino decidían vetarle.

El ajuste de cuentas con los fotógrafos Mario Testino y Bruce Weber nace a partir de los mismos mimbres que los del caso hollywoodiense o los más recientes del prestigioso director de orquesta James Levine, suspendido de la Ópera de Nueva York, o la dimisión del director del Ballet de Nueva York durante treinta años, Peter Martins, tras ser denunciado por acoso sexual, abusos verbales y físicos. Todos los casos citados saltan a la palestra gracias a la denuncia colectiva de varios implicados a través de la investigación de «The New York Times». En el caso del fotógrafo peruano, de 63 años, autor durante las últimas décadas de los retratos oficiales de la Familia Real Británica, además de numerosas portadas de «Vogue», son 13 hombres, entre asistentes y modelos, quienes detallan encuentros profesionales producidos durante los noventa en los que se produjeron abusos que incluyeron tocamientos y masturbaciones.

Ryan Locke, un modelo que trabajó con Testino en campañas de Gucci, lo acusa de ser agresivo y coqueto en los rodajes. «Era un depredador sexual», agregó. Jason Fedele afirma que «si querías trabajar con Mario, tenías que hacer una sesión desnudo». Su ex asistente Hugo Tillman asegura que le agarró e intentó besarle y, unas semanas más tarde, le inmovilizó en una cama hasta que otra persona le apartó. Otro asistente, Roman Barrett, dijo que Testino se había masturbado frente a él y afirmó: «El acoso sexual era una realidad constante».

Por su parte, el estadounidense Weber, de 71 años, fue acusado por quince modelos actuales y anteriores de someterlos a desnudez innecesaria y comportamiento sexual coercitivo. Uno de ellos, Roby Sinclair, narra que «le metió los dedos en la boca y le agarró sus partes íntimas». Habla también en el reportaje Jason Boyce, quien el pasado diciembre demandó en la Corte de Nueva York a Weber por haberle «manoseado y besado». Ambos fotógrafos han expresado a través de sus abogados la falsedad de las acusaciones.