Andalucía

Andalucía en la nueva geoestrategia de la energía

El gas natural licuado se convierte en un recurso central y otorga un papel esencial a los países con puertos habilitados para su transporte, como el de Huelva, o por donde pasan los gasoductos, como el que empieza en Argelia y llega a Almería

El gas natural licuado se convierte en un recurso central y otorga un papel esencial a los países con puertos habilitados para su transporte, como el de Huelva, o por donde pasan los gasoductos, como el que empieza en Argelia y llega a Almería

Acaba de ver la luz la edición de 2019 del «Energía y geoestrategia» que publica el Instituto de Estudios Estratégicos del Ministerio de Defensa. Sin duda se trata de una publicación de referencia para los interesados no sólo en los cambios asociados a la transición a un nuevo sistema energético menos contaminante o bajo en carbono sino también a los cambios que esa transición implica en términos geoestratégicos.

En esta ocasión el informe dedica capítulos monográficos a la aplicación de la teoría matemática de juegos a la geoestrategia de la energía, al papel de Canadá como posible exportador de petróleo pero también de gas licuado, a la situación del Golfo de Guinea con un problema de piratería importante que implica a Nigeria, Camerún, República Democrática del Congo y a Angola, a la visión europea a raíz de las obligación asumidas en materia de lucha contra el cambio climático y al nuevo papel de Arabia Saudí, hasta ahora el gran suministrador mundial de un recurso energético –el petróleo– que, junto con el carbón, lleva todas las de perder en la transición energética.

No cabe duda que el gas natural –en su forma licuada o no– se convierte en el recurso energético central desde un punto de vista geoestratégico. Las infraestructuras portuarias para la entrada de gas licuado refuerzan su importancia estratégica.

A diferencia de las energías renovables, que también seguirán jugando un papel central, los yacimientos de gas natural sí otorgan un papel central a los países donde se ubican.

Ese papel se extiende también a los países por los que circulan sus corredores –gasoductos– pero también a los países con infraestructuras portuarias en las que embarcar o desembarcar gas licuado, algo que, por cierto, tiene un impacto muy notable sobre la industria naval.

En España existen actualmente puertos habilitados para el Gas Natural Licuado en Barcelona, Bilbao, Huelva, Sagunto, Cartagena, Ferrol y Gijón.

Además del puerto de Huelva, la importancia de la geoestrategia del gas enfatiza el papel de Almería. La explicación se llama Medgaz. Es un gaseoducto submarino de gas natural entre Argelia y España que comienza en el campo de Hassi R’mel en Argelia y la primera parte del tubo llega hasta el puerto de Beni Saf.

El tramo submarino empieza en Beni Saf y toca tierra en la playa del Perdigal, en la costa española de Almería. Comenzó a funcionar en el año 2010. Anualmente transporta máximo unos 24.000 millones de metros cúbicos al año.