«Arte y Solera», cocina artesana con personalidad

Fue en mayo de 2016 cuando abrió sus puertas el restaurante «Arte y Solera» en la avenida Concejal Alberto Jiménez-Becerril número 11, en Sevilla. Al frente de este proyecto, que cuenta con otro local en el centro de la capital hispalense y una nueva incorporación en Cuenca, se encuentra el chef Marco Antonio Paz, que a pesar de su juventud tiene una amplia experiencia en el mundo de la hostelería. Emprendedor nato y muy exigente, Marco Antonio ha pasado por sitios tan dispares como el Valle de Arán, Alicante, Barcelona, Londres, Nueva York y República Dominicana. En Punta Cana trabajó en el hotel Tortuga Bay, un establecimiento de cinco diamantes, y también ha formado parte de «Lasarte», restaurante tres estrellas Michelín del prestigioso chef Martín Berasategui.

«Arte y Solera» trabaja una cocina artesana con personalidad. El local de la avenida Concejal Alberto Jiménez-Becerril es el origen de este proyecto, la «casa madre» que reúne a una clientela variada cada día. Desde médicos y sanitarios, dada su cercanía con el hospital Virgen Macarena, hasta ejecutivos y empresarios. De hecho, el restaurante se ubica frente a la isla de la Cartuja, la zona empresarial y de negocios por excelencia de la ciudad. Cuenta con una agradable terraza y el comedor puede albergar hasta 28 comensales. Prima la clientela local, aunque también es significativa la presencia de extranjeros, atraídos por las buenas referencias en el comparador Tripadvisor. Precisamente, el restaurante se sitúa en una zona destacada del listado de locales de restauración de Sevilla, dadas las buenas opiniones que han dejado los clientes.

Los comensales, en definitiva, buscan en «Arte y Solera» una cocina fina con un punto de creatividad. La sencillez y la materia prima local son sus pilares, además de ser asequible para todos los bolsillos. El ticket medio ronda los 25 euros por persona, un precio razonable dada la calidad de los productos.

De la carta del restaurante destacan, entre otros platos, el carré de cordero, las vieiras con ajo negro y puré de coliflor, la corvina, el rape negro, la minipizza de atún y un clásico de la cocina sevillana que no deja indiferente a nadie: la ensaladilla. En el plano de los vinos, se ha cuidado al detalle la calidad y la excelencia. Hay vinos de las bodegas Luis Cañas y Rafael Palacios. Y no falta la «joya de la corona»: Pendón de Aguilera 2009, el vino más exclusivo de Dominio de Cair, el estandarte de los vinos de la tercera bodega de la familia Luis Cañas.

Durante las fechas navideñas «Arte y Solera» ha tenido un gran éxito de público. De hecho, las reservas se completaron un mes antes de las fechas clave, como la Nochebuena, Navidad y fin de año. En definitiva, un opción ideal para vivir una experiencia gastronómica de calidad y familiar.