Roca

Denunciarán a la UE la invasión del LIC español por gasolineras flotantes

erdemar recuerda a Gibraltar que el Gobierno ha dado «jaque mate» al «bunkering»

El buque-gasolinera «Jacques Jacob» es uno de los habituales de la bahía de Algeciras
El buque-gasolinera «Jacques Jacob» es uno de los habituales de la bahía de Algeciraslarazon

Pese al compromiso de frenar el «bunkering» –trasvase de fuel en el mar– verbalizado por el ministro de Salud y Medio Ambiente de Gibraltar, John Cortés, en la reunión mantenida el 13 de noviembre con dos miembros de Verdemar-Ecologistas en Acción, nada ha cambiado hasta el momento.

Los activistas aseguran que las denominadas gasolineras flotantes «Jaquec Jacob», «Vemaspirit» y «Aeolos» «siguen invadiendo el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) del Estrecho Oriental», zona en la que además el Gobierno de España ha prohibido dicha actividad de avituallamiento de combustible de alto riesgo, que conlleva el fondeo permanente de esos buques-gasolinera, con el consiguiente riesgo de vertidos para el litoral andaluz.

Cabe recordar dos cuestiones. Por un lado, el Consejo de Ministros aprobó el 30 de noviembre un Real Decreto por el que declaró Zona de Especial Conservación (ZEC) el mencionado LIC frente a la costa de Cádiz. Éste ocupa una superficie de 23.641,82 hectáreas «en la región biogeográfica mediterránea de la red Natura 2000».

Según explicó la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría, con la norma quedaron restringidas una serie de prácticas irrespetuosas con el medio ambiente como el «bunkering», el relleno de zonas costeras con materiales o el vertido al mar de objetos. De hecho, el artículo 10 del Anexo I del Decreto-Ley publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) se puede leer: «Se prohibe el fondeo permanente de buques tanques dedicados al suministro de combustible en las aguas comprendidas dentro del espacio protegido».

Si bien, días después del anuncio del Gobierno, el ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, criticó que España pretendiera «legislar sobre lo que puede o no suceder en aguas británicas».

Afirmación vinculada al segundo punto a rememorar. Justo un día antes, el 29 de noviembre, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea rechazó un recurso de casación presentado por el Reino Unido para invalidar la declaración como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de la zona del Estrecho Oriental. De hecho, parte de ese área ya había sido registrada como LIC – bajo el nombre de «Southern Waters of Gibraltar»– en 2006 por parte de la UE, a petición de Londres. Las aguas cuya soberanía reclama la Roca.

Los británicos alegaron que no fueron conocedores del solapamiento existente entre la propuesta española y la suya en el listado en el que se planteó la primera, si bien, la sentencia recuerda que el Reino Unido estaba presente en el Comité Hábitats que aprobó este repertorio de lugares a proteger.

La Comisión Europea ha pedido a ambos países, España y Reino Unido, que colaboren para la conservación del área «y, no creemos que las gasolineras flotantes contribuyan precisamente a ello», apunta el portavoz de Verdemar en la bahía y uno de los asistentes al encuentro con Cortés, Antonio Muñoz. Es más, anuncia a LA RAZÓN que la organización ecologista «denunciará ante la Unión Europea que éstas ocupan el LIC español». Cree que el Decreto-Ley del Ejecutivo central ha dado «jaque mate» a prácticas peligrosas como el «bunkering» y afirma que, ahora, con más armas que nunca, continuarán denunciando ante autoridades nacionales e internacionales «que la bahía de Algeciras se ha convertido en la gasolinera entre el Atlántico y el Mediterráneo o el paso de 90 superpetroleros al día por el Estrecho».