LaLiga Santander

Derrota con atenuante del Betis por inferioridad (1-2)

El Betis sucumbe ante el Valladolid (1-2) en el minuto 89 muy condicionado por la expulsión del portero Joel al inicio del encuentro

Fekir se escapa de la vigilancia de su marcador / Foto: Efe
Fekir se escapa de la vigilancia de su marcador / Foto: Efelarazon

El Betis sucumbe ante el Valladolid (1-2) en el minuto 89 muy condicionado por la expulsión del portero Joel al inicio del encuentro

Jugar todo el partido con uno menos, por fuerza, determina el desarrollo del mismo. Eso le pasó anoche al Betis contra el Valladolid, que aprovechó el tren barato para sumar tres puntos pese a la solidaria prestación de los béticos.

El plan de Rubi era matar al rival por sobredosis de talento, para lo que soltó a William Carvalho gracias al respaldo de un pivote defensivo, de modo que el portugués sería el enlace con un cuarteto para soñar: Joaquín, Fekir, Tello y Borja Iglesias. El problema fue que Jaime Latre expulsó –de forma justa aunque rigurosa– a Joel Robles a los siete minutos y el portuense tuvo que dejarle su sitio a Dani Martín. Tocaba jugar toda la noche en inferioridad, lo que supuso un problema durante un rato pero no en el cuarto de hora final de la primera parte, cuando Tello rozó el gol en dos ocasiones y Fekir comenzó a dejar muestras de su descomunal talento.

Sergio González, que sabe lo se hace aunque maneje escasos recursos, logró desgastar al Betis tras el descanso con largas posesiones y encontró su premio en una acción personal de Guardiola, que se giró demasiado fácilmente ante Pedraza y marcó con un tiro a la cepa del palo. Enseguida empató Loren, que había suplido a Borja Iglesias en el descanso, al aprovechar una espectacular finta de William Carvalho. Partido nuevo.

Con el Betis muy fatigado por el sobreesfuerzo, que fue del todo loable, los pucelanos siguieron con mareo cansino de perdiz, buscando hacer mella tanto en el físico como en la moral de sus rivales. Al término de una de estas acciones, Óscar Plano eludió la marca de Sidnei y cruzó el 1-2. Quedaba un minuto más la prolongación, es decir, fue un golpe mortal de necesidad.