Trece millones de euros por un imberbe delantero que apenas había jugado una quincena de partidos en la Serie A. El fichaje de Joaquín «Tucu» Correa por el Sevilla levantó sospechas y su rendimiento en estos cuatro primeros meses de temporada las estaban confirmando: una de esas operaciones raras que de cuando en cuando se dan en el fútbol. Ayer, ante el Formentera, bien es cierto que un grupo amateur de Tercera División, el chaval se destapó.

Antes del minuto, Correa fue víctima de un penalti que Ben Yedder convirtió en el 0-1. En la siguiente acción, le regaló un gol al francés pero éste, sin portero y a dos metros de la línea, remató alto. Y al descanso, el ex jugador de la Sampdoria ya había completado un triplete, con definiciones de todos los colores para dejar sentenciado el pase del Sevilla a octavos en el primero de los cuatro periodos de que consta la eliminatoria. Los isleños, que realmente hicieron justicia a su condición de equipo aficionado, se contentaron con el premio de marcarle al gigante, mediante una acción bien trenzada por su centro del campo y culminada con un tiro de Gabri que desvió Diego González e imposibilitó la acción de Sirigu, un fichaje tan inexplicable como el de Correa, por cierto.

A pesar de que ninguno de los considerados titulares en este Sevilla estaba sobre el césped artificial del San Francesc, resultó encomiable comprobar que Jorge Sampaoli inculcó a sus jugadores la necesidad de tomarse en serio un torneo del que es vigente subcampeón. Cuando, en enero, se empine el calendario y los rivales sean astifinos, habrá que ver si el técnico argentino no se suma a la espantosa moda de despreciar la Copa como camino más corto de la clase media hacia la gloria. Para los equipos «europeos», lo serio empieza en octavos.

La manera más eficiente de administrar fuerzas es resolver las cosas por la vía rápida. Con su goleada del primer tiempo, el Sevilla pudo tomarse la segunda a título de inventario, como sucederá con el partido de vuelta. Sólo Correa, deseoso de incrementar su estadística personal, se afanaba en sus incursiones por la izquierda, en una de las cuales forzó el segundo penalti de la tarde, también transformado por Ben Yedder.

Sampaoli ni siquiera agotó los cambios, pero sí soportó un contratiempo en forma de lesión de Carriço, cuyos problemas físicos empiezan a convertirse por desgracia en recurrentes. Había dos objetivos en el viaje a Formentera: resolver la eliminatoria y no sufrir ningún percance. Sólo pudo cumplirse el primero.

Ficha técnica:

SD Formentera: Marcos; Manu Amores, Kiko, Javi Rosa, Dailos (Górriz, min 58); Liñán, Willy (Maikel, min 58); Lolo (Goku, min 58), Gabri, Juan Antonio; y Ojeda.

Sevilla FC: Sirigu; Carmona (Borja Lasso, min 80), Diego, Carriço (Vietto, min 87), Kolo; Kranevitter, Iborra; Kiyotake, Ganso, Correa; y Ben Yedder.

Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Mostró cartulina amarilla al visitante Carmona y al local Maikel. Goles: 0-1 (min 1): Ben Yedder de penalti. 0-2 (min 15): Correa. 1-2 (min 26): Gabri. 1-3 (min 29): Correa. 1-4 (min 43): Correa. 1-5 (min 74): Ben Yedder de penalti. Incidencias: Partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el municipal de San Francesc. 5.000 espectadores.