Dos años peleando sin éxito por un comedor digno

Los padres del colegio malagueño Virgen de Belén no entienden cómo la Junta sostiene el contrato pese a los continuos incumplimientos

Los padres del colegio público Virgen de Belén, de Málaga, llevan dos cursos peleando por conseguir un servicio de comedor digno para sus hijos. Pese a las reiteradas quejas ante la dirección del centro y a las oportunas reclamaciones a la empresa encargada, los problemas se continúan acumulando sin que los compromisos adquiridos se cumplan. La mayoría de ellos afectan a cuestiones tan básicas como la limpieza de las instalaciones o el mal estado del menaje, pero también a la falta de calidad de los alimentos que recibe el alumnado, cuya cifra en el centro educativo alcanza los 300 niños. Miembros del AMPA Las Gaviotas reclaman la intervención de la Consejería de Educación, administración que licita el servicio y ha de velar por el cumplimiento de unas condiciones mínimas aceptables.

Las protestas por el comedor de este centro se venían sucediendo desde el pasado curso 2016/17 y, aunque el AMPA confiaba en que tras el verano se solucionasen los problemas después de «numerosas reuniones», pasado más de un mes del nuevo curso éstos persisten. Un inicio de curso accidentado: un día antes de que arrancasen la clases el comedor estaba «sin acondicionar», según los padres, por «falta de higiene» y de personal. A base de protestas, los padres van logrando algunos cambios como la renovación parcial de vasos y jarras de agua deterioradas o un surtido suficiente de cubiertos.

«Sin cucharas»

«Faltaban cucharas y hasta cuchillos para cortar el pan o la fruta», explica Antonio Garrido, uno de los padres. La calidad y cantidad de la comida al empezar el curso provocó enorme malestar. «Un día sirvieron a muchos niños ¡dos albóndigas y los que recibieron tres salieron contentos! En Infantil reparten una pieza de pan por cada dos niños». El rosario de quejas lleva incluso al AMPA a redactar un extenso informe: cambios en el menú, falta de mesas, monitoras en Infantil a cargo de 24 menores, fruta en mal estado.

La empresa encargada del servicio, Mendoza y Palomo SL, acumula 25 años de experiencia en el sector. La Junta de Andalucía licita los contratos del servicio y es la encargada de fijar la tarifa comensal/día antes de comenzar el curso. Como ocurre con otros servicios educativos como los monitores de educación especial, el concurso se adjudica a la oferta más económica y ello repercute directamente en la calidad del servicio. No es extraño que cada año se produzcan reclamaciones. Al inicio del pasado curso, los reiterados incumplimientos del contrato en varios colegios de Sevilla obligaron a la consejería a sancionar e incluso rescindir el contrato de la empresa Catering Brens.

Falta de personal

En el caso de este colegio de Málaga, la situación después de varias inspecciones no cambia: verdura de mala calidad, mal servicio a los menores y poco higiénico, falta de un monitor de educación especial para atender de forma exclusiva a los alumnos que lo requieren... Por ello los padres piden una solución definitiva.