Sevilla

El acuerdo teórico para el progreso aboga por recuperar la construcción

CC OO, UGT y CEA reclaman al Gobierno central que revise el sistema de financiación

De izquierda a derecha, Francisco Carbonero, Antonio Ávila, José Antonio Griñán, Santiago Herrero y Manuel Pastrana
De izquierda a derecha, Francisco Carbonero, Antonio Ávila, José Antonio Griñán, Santiago Herrero y Manuel Pastranalarazon

«Del acuerdo no se puede desprender que vayamos a resolver todos los problemas que tiene Andalucía», decía ayer el secretario general de CC OO-A, Francisco Carbonero. Y matizaba: «Pero marca una senda» para que se imponga «la cooperación frente a la confrontación».

Sus palabras definían bien el Acuerdo para el Progreso Económico y Social rubricado ayer ante el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, por el propio Carbonero, el consejero de Economía, Antonio Ávila; el secretario general de UGT-A, Manuel Pastrana y el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero.

Para el Ejecutivo andaluz era una cita importante. En la comunidad se había conseguido la imagen que no ha logrado aún el presidente del Gobierno central Mariano Rajoy. Pero la atmósfera del protocolario Salón de los Espejos del palacio de San Telmo no escapó a la que ya era la noticia del día: la decisión de la juez que instruye el caso de los ERE, Mercedes Alaya, de ordenar nuevos registros y detenciones.

Con todo, se siguió el guión previsto. Pastrana, en su turno de palabra urgió a «dar respuesta» a los «grandes problemas que atraviesan cientos de miles de andaluces». En ese sentido, insistió en que la de ayer no era «una foto más en el correlato de las fotos de la concertación». Sin embargo, el documento para el progreso, de quince páginas, no contiene un «planning» de acción. Recoge otro marco teórico que «intenta contentar a todos», admitieron algunas fuentes –no se mencionan términos polémicos como reforma laboral, a la que se alude como «las recientes reformas del marco legal»–. De hecho, según desveló Herrera, al texto final lo habrían precedido «al menos otros seis y algunas enmiendas».

Los objetivos generales del que es para Griñán «el núcleo económico fundamental del futuro Pacto por Andalucía», pasan por tres puntos: «La recuperación del empleo y la reactivación económica; propiciar un modelo de crecimiento cuyos pilares sean la competitividad, la sostenibilidad medioambiental, la cohesión y la igualdad social; y garantizar los derechos sociales de los ciudadanos recogidos en el Estatuto».

Todos coincidieron en que la prioridad es el empleo, sin embargo, en el apartado dedicado a su «dinamización» se habla del Plan de Choque vigente hasta el 31 de diciembre de 2013 y sólo se acuerda que, «en el marco de la Comisión Autonómica de Participación» en aquél, «se defina» uno nuevo a iniciar «a partir de la finalización del actual, en 2014». No hay planes de igualdad.

Además, las partes rubricantes consideran que «para afrontar» la crisis se requiere otra Estrategia de Andalucía, cuya negociación comenzará «en el plazo de un mes», a contar desde ayer. Creen necesario, asimismo, reforzar el Servicio Andaluz de Empleo (SAE). Oficinas de las que, cabe recordar se ha despedido a 826 asesores y promotores, a lo que se sumó la pérdida de otras 700 personas del colectivo que colaboraba con los ayuntamientos.

Los artífices del acuerdo para el progreso se comprometen también «a impulsar un estudio sobre la economía sumergida y la competencia desleal en la comunidad en los órganos de participación que correspondan», sin detallar cuáles son ni quién lo sufragaría; a lo que hay que añadir que abogan por la recuperación del sector de la construcción y la necesidad de impulsar las inversiones públicas. En el escrito hay una mención a que las administraciones han de afrontar el pago a los proveedores y otra iniciativa destacada por Griñán: se apuesta por impulsar, conforme a lo establecido en el artículo 138 del Estatuto de Autonomía, «la organización y funcionamiento de un sistema de evaluación de políticas públicas, en el marco de la planificación general, horizontal y sectorial de la comunidad». Y hasta ahí han leído. En el bloque sobre financiación, CC OO, UGT y la CEA reclaman a Rajoy para la comunidad una «acorde al peso de su población» y que flexibilice los objetivos de déficit. Herrera llegó a criticar incluso las negociaciones bilaterales –con Cataluña–.

«El acuerdo se centra en hacer algo», aseveró Griñán en una coyuntura de crisis que «tiene mucho de lamento». Varios de los implicados en su firma coincidían: «Quedará en nada sin fondos».