Política

Sevilla

El Defensor del Menor y Save the Children exigen “medidas contundentes” para erradicar la pobreza infantil

Reclaman a la Junta prestaciones sociales por cada hijo y un compromiso de reducción de la desigualdad

Javier Cuenca y Jesús Maeztu atienden a los medios tras inaugurar la jornada / Foto: Ke-Imagen
Javier Cuenca y Jesús Maeztu atienden a los medios tras inaugurar la jornada / Foto: Ke-Imagenlarazon

Reclaman a la Junta prestaciones sociales por cada hijo y un compromiso de reducción de la desigualdad

La pobreza severa afecta a casi trescientos mil niños andaluces. El dato no es nuevo ni tampoco las reivindicaciones que hoy han realizado Save the Children y el Defensor del Menor durante la jornada “Invertir en infancia para eliminar desigualdades”, organizada por ambas entidades en la Fundación Cajasol bajo el lema “Rompe la cadena” con el objetivo de alertar sobre su transmisión intergeneracional. “Exigimos medidas contundentes al Gobierno andaluz para poner la pobreza infantil en el centro de la agenda política y un compromiso de reducción de los índices de pobreza”, defendió Javier Cuenca, responsable de la ONG en Andalucía. En este sentido, señaló que “la intervención preventiva es siempre la más eficaz, está demostrado, y para corregir desigualdades las prestaciones sociales directas son las soluciones más claras”. Sobre estas familias, Cuenca aseguró que “viven en una angustia vital” y pidió que “las políticas de infancia sean una línea roja innegociable en todos los gobiernos. Debe trascender todas las tensiones partidistas”.

Por su parte, el Defensor del Menor, Jesús Maeztu, recordó que “para estos niños lo peor de la crisis aún no ha pasado”. En este sentido, insistió en las carencias que padecen debido al entorno en que viven: “No estamos hablando de hambruna, pero sí de niños malnutridos; tienen derecho a la educación, pero la van a abandonar pronto porque tienen que ayudar a la familia; quizá tengan una vivienda pero no las condiciones para estudiar ni para vivir. Sus referentes no son positivos y además son la víctima de todo: de desencuentros familiares, de la trata, de la violencia de género, de todo”.

Por ello, concluyó que “hace falta dinero” para combatir un índice de pobreza que alcanza al 20% de los menores andaluces, mientras que cerca del 40% están en riesgo de exclusión. De las trece mil consultas tramitadas el año pasado por el Defensor del Pueblo, la mitad implicaban a menores. “La lucha contra la pobreza no tiene final. Es una lucha encarnizada por que no se frustre el desarrollo de esos niños por el lugar en el que nazcan”, defendió Maeztu, seguro de que “Andalucía está en condiciones de combatirla”.

La principal medida propuesta por Save the Children es establecer prestaciones no contributivas por hijo a cargo de hasta cien euros mensuales, que se sumarían a la renta mínima que perciben las familias con dificultades económicas. “La pobreza no deja de crecer. Ese es el instrumento que tienen los gobiernos para reducirla”, según Cuenca, que puso de ejemplo a países como Irlanda o Eslovenia, donde estas medidas han tenido un impacto positivo.

Ambos remarcaron el retraso en su desarrollo que supone para los menores afectados prolongar la desigualdad en la que viven. “Son niños como de tercera o cuarta categoría. No tienen infancia”, lamentó el Defensor. Desde Save the Children recordaron que “el 20% se está quedando atrás porque sacar a esas familias del pozo de la pobreza severa es muy difícil”.

La pasada semana la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, anunció que se invertirán 11,2 millones para combatir esta lacra, y otros 142 millones se destinarán a la renta mínima de inserción. La ONG ya ha advirtió en un informe de que el impacto de esa ayuda -580 euros al mes para una familia de cuatro miembros- para reducir la desigualdad es nulo.