El faletazo

Así titula «Diez Minutos» el reportaje sobre Falete. Cuando todo el mundo daba ya por amortizado al artista, porque artista es, de pronto sin que un disco suyo esté en los 40 Principales, sin que haya abarrotado el auditorio de Fibes, sin que el público puesto en pie lo aclamara, es más popular que nunca. Tanto, que es portada de revista. Ya saben lo que ha hecho para encaramarse a ese Olimpo de la fama. Saltar a una piscina con un bañador diseñado por el mismo, con esas manitas que se ha de tragar la tierra, esperemos que la tierra espere mucho. Claro que no saltó en la piscina municipal de Brenes, lo hizo en un programa de Antena 3 siendo el minuto más visto del día, con cinco millones de espectadores que disfrutaron de tan escultural cuerpo antes de sumergirse en las procelosas aguas con un estilo que recordaba mucho al de Esther Williams. ¿Este rayo de popularidad reflotará su carrera de coplero plumerón? Qué sabe nadie, ya saben la leyenda de que un famoso cantante estaba en pleno concierto, entonaba una canción, que decía, «qué sabe nadie», alguien desde el gallinero le grito: «Hijo, lo sabe todo el mundo, pero mientras sigas cantando tan divinamente, a mí me da igual, lo que te guste o no te guste en el amor». Pues eso.

Me gusta esa especial sensibilidad que a todos los niveles se le está dispensando a la Reina. «Hola» nos muestra un almuerzo de Doña Sofía con sus cuñadas, las Infantas Pilar y Margarita. Como no es habitual verlas juntas, al menos en los medios, resulta más entrañable en estos días. La citada revista trae un adelanto del libro sobre la vida de Enrique Ponce. En el mismo, Julio Iglesias, con su peculiar sentido del humor y con esos cristalitos interiores que toda gran estrella posee, y Julio lo es, dice de Ponce, que es tan grande que de haber sido cantante hubiese sido Julio iglesias, para chulo... Por cierto, en estos tiempos en los que el Sr. Montoro amenaza con listados de actores, deportistas, periodistas, que bien no pagan tienen deudas con hacienda o residen en otros países para pagar menos, convendría recordar, aunque sea de los nuestros, que en uso de su derecho, el cantante desde que cobró el primer dólar se instaló en Miami y ha recibido grandes cantidades en su patria. Sobre todo, de las comunidades valenciana y gallega. No seré yo el que lo critique por ello, él pidió lo que estimó oportuno, el problema será de los que con dinero publico pagaron cantidades muy superiores a lo razonable. Pero que al final, como casi todos, el gran amor a la patria llega hasta las puertas de sus bancos.