Sevilla
El PP espera que Díaz mueva ficha para garantizar la estabilidad institucional
Acepta la abstención si se respetan las urnas en las capitales, Jerez y Marbella
Los canales de comunicación entre el PSOE-A y el PP-A están abiertos. La conversación de la semana pasada entre Susana Díaz y Juanma Moreno ha servido para desbloquear la situación y que ambos partidos exploren fórmulas de colaboración que permitan el funcionamiento normal de las instituciones según el mandato de las urnas. Y eso pasa, según fuentes populares consultadas por este periódico, por permitir que Díaz sea investida presidenta de la Junta de Andalucía gracias a la abstención del Grupo Parlamentario Popular y los alcaldes del PP que han obtenido un amplio respaldo sin mayoría absoluta continúen en sus cargos y no sean desalojados por pactos de diversa naturaleza entre socialistas, IU, grupos afines a Podemos y plataformas de distintos colectivos identificados con la izquierda. El motivo principal de este acercamiento es garantizar la «estabilidad» del Gobierno andaluz y de las principales ciudades en los próximos años, claves para la recuperación económica de la comunidad. El apoyo del PP a la investidura de Susana Díaz contemplaría otra petición: influir parcialmente en la política económica del nuevo Ejecutivo. Propuestas como la bajada de impuestos que la presidenta en funciones incluyó en su discurso de investidura irían en esa dirección.
Los resultados de las elecciones municipales han dejado un tablero complejo para los dos grandes partidos. El PP ha perdido el poder que conquistó en 2011, pero si no existen frentes para expulsarlo de las instituciones, aún conservaría una buena representación, lo que le permitiría afrontar los próximos años con una situación de relativa normalidad y con el liderazgo de Juanma Moreno consolidado. Según las fuentes consultadas, el PP considera que si el PSOE no lidera frentes heterogéneos con la presencia de Ciudadanos y partidos de izquierda, debería conservar sin dificultades los ayuntamientos de Almería, Málaga, Jaén y Granada.
La situación de Córdoba y Cádiz es más compleja, pero igualmente se trata de consistorios en los que el PP ha sacado una amplia diferencia al PSOE. Teófila Martínez casi ha duplicado en votos a los socialistas y les ha sacado 16 puntos. Los socialistas solo pueden facilitar la Alcaldía a Por Cádiz Sí Se Puede –la marca blanca de Podemos– o bien dejar gobernar a la actual alcaldesa o a alguien del PP que ofrezca una imagen de renovación, como puede ser el concejal Bruno García. En Córdoba, el escenario es parecido. José Antonio Nieto ha sacado 14 puntos al PSOE y 20.000 votos. Solo un frente amplio de izquierdas podría arrebatarle la Alcaldía.
Junto al debate de las capitales, el PP quiere sumar la situación de ciudades importantes como Jerez de la Frontera y Marbella. La continuidad de María José García Pelayo y Ángeles Muñoz también depende de que el PSOE lidere acuerdos con plataformas cercanas a Podemos, IU y, en el caso del municipio de la Costa del Sol, hasta formar un cuatripartito. El PP quiere que formen parte del acuerdo por la «estabilidad».
En el PP asumen la pérdida de Huelva y la más que posible de Sevilla. En la capital andaluza, Juan Ignacio Zoido ha ganado por una diferencia mínima y la gobernabilidad en minoría sería más difícil. Unido al interés especial de Díaz por hacerse con la Alcaldía, consideran complicado salvarla.
La decisión ahora corresponde a Susana Díaz: o acuerdos estables con el PP o pactos con Podemos. El PP espera su respuesta.
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