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El ROCK & ROLL del aula

La Facultad de Comunicación de Sevilla integra la historia de la música popular en un grado, desde Billy Haley a Triana y Silvio, pasando por los actuales samples

Juan Carlos Rodríguez Centeno, profesor y melómalo en la Facultad de Comunicación
Juan Carlos Rodríguez Centeno, profesor y melómalo en la Facultad de Comunicaciónlarazon

SEVILLA- «Hay que tener roll hasta para llevar un paso. Es la única manera de que no te pese nada», decía Silvio Fernández Melgarejo, un rockero «a la diestra del cielo». En la Facultad de Comunicación de Sevilla se imparte un curso sobre la historia del rock. «Se supone que un rockanrrollero se mueve un poco mejor que un nazareno. Se supone», decía también Silvio, visionario del caos.

En la Facultad se impartía un grado de Publicidad, Industrias Culturales y Cultura de Masas. Pero «le faltaba algo». Entonces, el profesor Juan Carlos Rodríguez Centeno, onubense afincando en Sevilla, más rockero que carabanchelero, incluyó la música en el plan oficial, con la evolución pop-rock. «Cómo empezó hasta hoy», su historia, de EE UU a España, resume Centeno. Elvis, Billy Haley; pasando por el citado Silvio, Triana, 091, Los Secretos, Los Pekenikes y llegando a la música –es un decir– o las mezclas de Pitbull o David Guetta. Del contexto de «negros y blancos en los EE UU a la España de mediados de los 50». Los Estudiantes, Los Brincos, Los Bravos. Los alumnos –la mayoría de alrededor de 20 años– reconocen las melodías por los anuncios o las películas. La movida, Radio 3, las emisoras independientes, los fanzines y los festivales, para ellos, en su mayoría, son temas desconocidos o, como mucho, batallitas de padres metidos a abuelos cebolletas. «Todo lo habéis escuchado ya», les recuerda Rodríguez (haciendo las veces de guardián entre el) Centeno. La música como excusa vehicular de un movimiento histórico. La Transición, Almodóvar, el cine. «Enya surgió de un anuncio. El New Age. Lo mismo con la música indie, los Lori Meyers. La nueva tendencia latina o los samples de otras canciones y mezclas de los «artistas con nombre de perro de presa, cómo era...». Pitbull, «eso». Desde Oasis y el brit-pop, «casi no puede hablarse de una tendencia clara», «Guetta es hoy un referente, igual que Iggy Pop en los 70. O Pony Bravo».

Sevilla ha sido cuna de música de culto. Ésa de la que Wilco es un paradigma, «pero nadie compra sus discos». «Hay un nuevo cambio de tendencia, un retorno a ir a taquilla, como antes. También en los directos». Y luego está Spotify, «el rock del reloj», que le da la vuelta al minutero. El rock fue una revolución en los 50, «en el vestir y el bailar». Llegó el escándalo y la censura, la transgresión. Representaba «algo lascivo y sexual, e irrumpe en los grandes medios». Un antes y un después. «Ahora pasa de padres a hijos, ya no hay bares de música», lamenta Centeno. El rock proviene del rhythm and blues unido al «márketing en un contexto de segregación racial». Rosa Park en autobús. «Unos cuantos se interesan por esa música y la piden». Surge Elvis Presley, con canciones adaptadas. «Elvis no deja de ser un buen chico, aunque baile y se mueva raro». Con los Beatles ocurre otro tanto, «el mercado los adapta». Los años 60, en la piel de toro entre Francia y África, hay una dictadura. El rock, en todo el mundo, «primero llega a las élites universitarias». «Andalucía es pionera como vía de entrada». Las bases americanas en pequeñas ciudades. Zaragoza, Morón, Rota. Surgen «muchos grupos en Sevilla, Sanlúcar de Barrameda, Zaragoza, Madrid y los puertos de Barcelona y Valencia».

En los 50, «hay grupos pero no carreras.» Como «los famosos H H, los hermanos Hermoso». Estamos en el 56. Estalla una suerte de fenómeno «High school». Después el rock muta más vocal, «melodía desencadenada». Silvio, que «era batería de los X5», hacía solos y «era un espectáculo, un tipo «irrepetible». Los Mercury; y los primeros clubs de fans: Richard Pachón. Los primeros grupos graban en Madrid y Barcelona, como Fontana o el artista anteriormente conocido como Mike Rivers.

Los años 60. No hay industria, y se imponen las carreras. Existen grupos franquicia, algo que permanece. Recientemente actuó en Sevilla Brothers in Band, con los derechos de Dire Straits. Las versiones en español aparecen al mismo tiempo que las originales. Sobresalen Los Mustang, los Beatles de España, que incluso «venden más que ellos». También están Los salvajes, con los Rollings. Miguel Ríos es «de los primeros con canciones propias». También están Los Bravos y Los Brincos. Y llegan adaptaciones de Italia: Adriano Celentano. Los 60 son años de más apertura, los Estudiantes. «Después se envicia» la música. En Andalucía pega el rock andaluz. Y Silvio, «el único punk de España, un ácrata que no se puede explicar», en palabras de Centeno. «Los Ángeles en Granada y 091»; más fenómeno fan, con Los Pecos y Pedro Marín. La música «se convierte en un fenómeno de masas». Aparte, está la copla, con Valderrama, la Piquer o Joselito. «La movida es una cosa de unos cuantos, una avanzadilla de gente de dinero, 'niñosbien' que pueden permitirse ir a Londres», unida a «una cultura mediática». El rock urbano, Burning. En Barcelona, Loquillo, Los Rebeldes. El tecnopop, en Valencia. Sevilla y Granada, como cunas musicales. De los Pony Bravo, Los News, Los Buenas Noches, Sacramento, Luzbel a los DJ. «A mí me dejan frío», dice Centeno. «La música es el silencio bien cortao», resumía Silvio.