El SAS relega a segundo plano la reducción de las listas de espera

El Hospital Victoria Eugenia de la Cruz Roja Española en Sevilla ha visto cómo pierde un 20% del concierto que viene prorrogando desde hace 37 años pese a reducir en el doble el periodo de las intervenciones quirúrgicas con respecto a su competidora, la clínica privada Santa Isabel. Las consecuencias de la pérdida de ingresos se verán reflejadas en recortes en la plantilla de la organización sin ánimo de lucro, si no prospera el recurso de reposición que ha interpuesto la dirección del centro. El contrato del concierto con la sanidad pública andaluza expira el próximo 30 de junio.

La base de la controversia originada en el concurso abierto del Servicio Andaluz de Salud (SAS) (se está realizando también el resto de provincias) para el lote de intervenciones quirúrgicas parte de la valoración otorgada a la oferta económica en función de la homologación del centro sanitario. El Grupo Asisa participa a través de Santa Isabel, que pertenece al grupo IV. Esta circunstancia le permite obtener el máximo de puntuación (65 sobre 100 del total) aplicando un 10% de reducción en la tarifa de la Unidad del Producto Concertado (UPC). Sus competidores, los hospitales de la Cruz Roja y San Juan de Dios se encuadran en el grupo III de homologación, que tienen un UPC más bajo y aplican un descuento del 6% y el 5%, que sólo le otorga 39 y 32,5 puntos, respectivamente. Conclusión: pese a ser más baratos y contar con la experiencia de varias décadas en el servicio, se ven relegados a segundo y tercer lugar en el proceso de adjudicación. Santa Isabel se lleva el 60% de las intervenciones; Cruz Roja, el 40%; y San Juan de Dios se queda fuera de este lote, aunque mantiene otros dos.

El procedimiento de homologación de centros hospitalarios y de suscripción de convenios y conciertos entre la Consejería o el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y entidades, públicas o privadas, para la prestación de asistencia sanitaria quedó regulado hace veinte años por decreto (en concreto el 165/1995, de 4 de julio). Pero en esa misma orden se especifica que la «concertación ha de estar inspirada, además de en el principio de complementariedad, en los de eficacia y calidad de la prestación de los servicios a los que tienen derecho los ciudadanos». Y es aquí donde entran en juego las valoraciones finales de la comisión técnica del concurso, que reconoce expresamente que el Hospital de la Cruz Roja es el que aporta la capacidad estructural necesaria, comparado con el de Santa Isabel, y ofrece, además, como mejora «la posibilidad de utilización de sus recursos estructurales por profesionales del SAS, lo que permitiría la reducción de la lista de espera y garantizar la continuidad asistencial en todo el proceso quirúrgico, desde la indicación hasta el alta del paciente». Algo que no hace la empresa adjudicataria del grueso del lote.

En el resumen de valoraciones de los criterios evaluables de las ofertas, en concreto en el sobre número 4, se hace mención a los días de disminución en las operaciones que ofrecen las tres candidatas. Frente a los diez días de reducción que aseguran Santa Isabel y San Juan de Dios, el hospital Victoria Eugenia de la Cruz Roja garantiza el doble, 20 días, pero esa significativa diferencia no se traduce en una mejor puntuación con sus adversarias, pues todas las ofertas suman diez puntos por este concepto.

En el lote de diagnosis, además, se ofrecen cinco días de reducción frente a los dos de Santa Isabel, pero el pliego dice que por cada día de disminución se dan cinco puntos con un máximo de diez.

Desde la plataforma de trabajadores del hospital de la Cruz Roja se incide en que el problema radica en la trascendencia del grupo de homologación del centro cuando la diferencia radica en el servicio de obstetricia que ofrece Santa Isabel y que «no entra dentro de la cartera de servicios a cubrir con el concierto». Algo que lleva a pensar que el pliego de condiciones «está hecho a la medida» de la ganadora a pesar de «no tener los medios necesarios» para cubrir la demanda. Uno de los portavoces alerta incluso de que Santa Isabel «no dará abasto», mientras ellos permanecerán «en la cuerda floja».

Cruz Roja ha perdido el 20% de la actividad quirúrgica que hasta ahora tenía concertada, a favor de otra clínica privada. También ha perdido el 100% de las pruebas diagnósticas. En total, el SAS adjudica a Santa Isabel 5.227.003,87 euros anuales (casi 21 millones en cuatro años por los que se prorroga el acuerdo), 4.105.553,04 euros al hospital San Juan de Dios (por las estancias médicas de enfermos pluripatológicos y paliativos); y 2.259.690,05 euros a la Cruz Roja.

La última memoria de la actividad de los hospitales concertados publicada por la Consejería de Salud se corresponde con el año 2012. Según la misma, el hospital de la Cruz Roja realizó 5.674 intervenciones quirúrgicas, 7.880 estudios diagnósticos, 2.954 estancias totales y 768 ingresos. San Juan de Dios, en ese mismo periodo, realizó 2.949 intervenciones concertadas, 4.991 estudios diagnósticos y 6.049 consultas externas, con 740 ingresos.