El SAT ocupa una finca en Jaén en desuso que «podría dar trabajo a mil personas»

El Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) organizó ayer otra, y van siete, «ocupación simbólica» de forma temporal en una finca «abandonada» de olivar, ubicada entre los términos municipales de Úbeda y Baeza (Jaén), para exigir que pueda ser puesta en funcionamiento por jornaleros para lograr cosecha y crear empleo.

En la acción, que comenzó a las 9:00 horas desde El Donadío, participaron decenas de personas, según han indicado a Europa Press desde de la organización en la provincia, desde la que han destacado la presencia del líder del SAT, Diego Cañamero. Aunque estaba anuncidada la presencia de Sánchez Gordillo, finalmente no estuvo presente.

Con esta nueva marcha, que iniciaron el pasado 1 de mayo, hasta la finca La Rueda-Casa Baja, con 580 hectáreas y unos 300.000 olivos, con las que pretenden realizar labores de limpieza y adecuación para ponerla en funcionamiento. Al igual que en otras ocasiones, según añadieron las referidas fuentes, en la explotación, propiedad del BBVA, hubo presencia de la Guardia Civil, por lo que criticaron al subdelegado del Gobierno, Juan Lillo.

«No queremos que nos mande la Guardia Civil. Queremos que nos mande un perito agrícola que nos ayude para realmente ver cómo se hacen las mejoras de la finca, cómo se pone en riego y cómo se podan los olivos para que esta finca dé los siete u ocho millones de kilos de aceitunas, que significa dos-tres millones de kilos de aceite y miles de jornales para una de las comarcas más deprimidas de Andalucía», afirmó Cañamero.

Sobre este tema ha sido preguntada la delegada del Gobierno andaluz, Purificación Gálvez, toda vez que el SAT también reclama la intervención de la Junta para facilitar el aprovechamiento de tierras en desuso, al considerar que posee «mecanismos legales». Al respecto y sin entrar en si existen o no, ha dicho que la Administración autonómica trabaja «para que las bolsas de marginación» y «las personas que están en riesgo de exclusión social puedan ser atendidas y se les cubran servicios mínimos», punto en el que ha aludido a las medidas recogidas en el reciente decreto contra la exclusión.

De Osuna a Úbeda

Ya hace unos días un grupo de jornaleros sembraron Melones, sandías, tomates, pimientos y lechugas en la finca Las Turquillas, ubicada en Osuna y propiedad del Ministerio de Defensa. Diego Cañamero llegó incluso a presumir de que el SAT siempre logra «descolocar» a los agentes de la Guardia Civil que los vigilan. Pero la «siembra simbólica» tuvo consecuencias. Al filo de las 17:00 horas «el capitán» les comunicó «que tenía orden estricta de desalojar el campamento», armado desde el 1 de mayo, admitió Cañamero. «Nos vamos nosotros», aseveró para matizar: «Pero seguramente volveremos porque esta finca tiene que pasar a manos de los trabajadores».