Andalucía

Epidemias

Con la listeriosis hemos visto todos los cuadros posibles de una tragedia por entregas y aún estamos expectantes para saber cómo terminarán las próximos capítulos de una historia cuya trama tiene ya sus primeros «flashbacks».

El consejero de Salud Aguirre, tras informar de una nueva alerta alimentaria en la empresa gaditana Sabores de Paterna /Foto: Manuel Olmedo
El consejero de Salud Aguirre, tras informar de una nueva alerta alimentaria en la empresa gaditana Sabores de Paterna /Foto: Manuel Olmedolarazon

Con la listeriosis hemos visto todos los cuadros posibles de una tragedia por entregas y aún estamos expectantes para saber cómo terminarán las próximos capítulos de una historia cuya trama tiene ya sus primeros «flashbacks».

Sabemos por Camus el doble peso, moral y físico de una epidemia, pero también que no vivimos en el Orán de hace más de setenta años. Con la listeriosis hemos visto todos los cuadros posibles de una tragedia por entregas y aún estamos expectantes para saber cómo terminarán las próximos capítulos de una historia cuya trama tiene ya sus primeros «flashbacks». No tiene demasiada gracia cuando sobre la mesa hay muertos, más de doscientos afectados y dos empresas alimentarias en el punto de mira por supuestas irregularidades, pero sirve para observar cómo un pequeño nubarrón se puede convertir en una borrasca. Con un hilito de agua comienza una inundación que termina por ahogarte si no la sabes cortar a tiempo. «Magrudis» afrontaba en solitario la culpa de la epidemia. ¿Mechadoras? ¿Carro de hornear? ¿Nuevas obras sin licencia? ¿Producción sin permisos? Ahora ya no está sola en esta historia. Sabores de Paterna entra en escena tras la pista dada por un niño madrileño que se comió un bocadillo de «mechá» en Conil. El chaval parecía que tenía listeria pero que al final no la tuvo, aunque eso fue suficiente para que saltaran todas las alarmas en la Junta de Andalucía, que no quiere que le explote un nuevo caso «Magrudis» entre las manos. Es decir, volvemos al inicio, a la casilla de salida en este asunto que le da la puntilla definitiva al verano inacabado. En este septiembre sin «vuelta al cole» seguimos sin demasiadas novedades, seguimos en agosto, no ha habido pausa; aunque Susana Díaz haya aprovechado el calor para acabar con Mario Jiménez en su intento por salvar los muebles. Qué poco queda de aquella rebelión en Ferraz contra Sánchez, sólo la propia Díaz, que salió al final de agosto para sacar tajada de la carne «mechá» sin demasiado éxito y en los brazos de Facua. Habrá epidemia para rato, después de que el hacha política se haya enterrado para hacer frente común contra las empresas, antes de que la epidemia se convierta en crisis política. ¿Más epidemias?: El arranque del curso llega con el anuncio de una recesión y un brexit que puede dejar un impacto de 1.200 millones de euros.