Andalucía

La falsificación de documentos, una teoría «surrealista» y una labor «de tigres»

Un ex directivo niega que la ex presidenta diera instrucciones para «fabricar papeles», tal y como afirmó el ex director de Promoción

Gracia Rodríguez y Tomás Pérez-Sauquillo, en el banquillo de los acusados / Foto: EP
Gracia Rodríguez y Tomás Pérez-Sauquillo, en el banquillo de los acusados / Foto: EPlarazon

Un ex directivo niega que la ex presidenta diera instrucciones para «fabricar papeles», tal y como afirmó el ex director de Promoción

El ex director de Análisis de Invercaria, Manuel Jesús Rodríguez, aseguró ayer ante el tribunal que juzga el crédito a Aceitunas Tatis que la idea de «falsificar o fabricar documentos», expuesta por el ex director de Promoción, es «surrealista» porque «para hacer eso habría que ser un tigre». En esta pieza separada del caso Invercaria, sociedad pública de capital riesgo de la Junta de Andalucía, la Fiscalía Anticorrupción solicita 6 años de cárcel para su ex presidente Tomás Pérez-Sauquillo por malversación, prevaricación y tráfico de influencias, mientras que para Gracia Rodríguez, ex administradora de Tatis, pide dos años y seis meses.

Cristóbal Cantos afirmó el lunes que «nunca» estudió el proyecto de Tatis y que en el 2011, dos años después de la concesión de ese préstamo de 100.000 euros, recibió instrucciones de su jefa, Laura Gómiz, para «fabricar documentación» que justificase la operación.

Rodríguez, que definió a su ex compañero Cantos como «un técnico extraordinario y brillante», se mostró en contra, sin embargo, de su versión y explicó ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla que no le consta que Gómiz, entonces presidenta de Invercaria, «diese instrucciones en ese sentido».

«A mí nunca me las dio», añadió el ex director de Análisis, quien recordó que «lo que hizo fue un intento de adaptar una información que había en varios formatos a la herramienta» llamada Tregua que les llegó desde la agencia pública Idea, accionista única de Invercaria.

«Lo que solicitó fue volcar toda la información en el servidor y después en los formularios tipo de Tregua, pero eso no significa fabricar ni falsificar documentación», continuó Rodríguez.

El ex técnico de Invercaria también destacó que aquel trabajo se refería a «inversiones ya realizadas», mientras que Tregua «estaba pensada para inversiones de futuro», de modo que «lo primero que se ponía era la fecha» de la época en que se había efectuado ese desembolso.

«Si me dicen que rellene la información de una inversión que no ha existido, no lo hago ni muerto», enfatizó.

Rodríguez, además, lamentó que entre 2006 y 2009 eran «cuatro gatos» en Invercaria, a pesar de que entraron «entre 500 y 600 proyectos», y reconoció que «nadie era especialista en capital riesgo», ni siquiera Pérez-Sauquillo. La excepción era Cantos, quien «había trabajado antes en ese sector».

El ex director de Análisis también confirmó que el expediente de Tatis no pasó por su departamento, que no elaboró «ningún informe» al respecto.

En cuanto al Plan Director 2005-08 de Invercaria, Rodríguez matizó que «en el 90% de su contenido era un plan estratégico» y sólo «dibujaba unos procesos básicos, pero no los procedimientos en detalle», por lo que «no era un manual de instrucciones» para hacer inversiones.

De hecho, en su departamento adoptaron «un programa tipo» que copiaron de otras agencias de la Junta y que actuaba como «referencia general orientativa» para analizar los diferentes proyectos, ya que en Invercaria no existía «un documento tipo» y «nadie» le dijo «nunca jamás cómo se tenía que hacer».