Política

Familiares de Cañamero viven en una finca del SOC pagada con subvenciones

La Razón
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La toma de la finca del Ministerio de Defensa «Las Turquillas» ha vuelto a poner en el escaparate mediático al Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), su estética de braceros irredentos, y su filosofía de «la tierra es para quien la trabaja». Sin embargo, hay quien asegura a LA RAZÓN que «ése y otros de sus muchos lemas sólo son aplicables si eres uno de los suyos».

Estas fuentes relatan que el antes Sindicato de Obreros del Campo (SOC) –precedente del SAT– compró una finca de 68 hectáreas situada en el término municipal de El Bosque, en la serranía de Cádiz, dentro del Parque Natural de la Sierra de Grazalema. ¿Cómo lo hizo? «Gracias a una subvención de 27 millones de pesetas –más de 162.200 euros– que le concedió la Consejería de Trabajo de la Junta en 1988». En esos terrenos se iba a fraguar un proyecto: el de una cooperativa autogestionada llamada «Tierra y Libertad» que, según fuentes consultadas por este periódico se iba a ocupar de «crear una escuela de formación sindical y un sitio de encuentro». El SOC «también invirtió dinero propio», explican. Se construyeron múltiples instalaciones, entre ellas, «una vivienda de unos 400 metros cuadrados con 15 millones de pesetas de la Junta –90.000 euros–, un salón de reuniones con capacidad para unas 150 personas y arriba un dormitorio comunitario en el que el sindicato se gastó 17 millones de pesetas –102.000 euros– , un recinto ganadero de 800 metros cuadrados, un camino de acceso, se llevó luz eléctrica con otra subvención del Gobierno andaluz...». Y todo «con la colaboración de mucha gente de Andalucía, España e incluso de países europeos que trabajó voluntariamente», recuerdan.

Ahora se ha convertido en una explotación agroambiental «con ganadería y agricultura ecológica, con su propia venta de productos», según consta en su blog, en el que se añade que cuenta con «un acceso asfaltado exclusivo para la finca» y en el espacio se pueden realizar «actividades como pesca, bici, senderismo y deportes acuáticos, ya que la propia finca tiene río y pantano en su linde». Es decir, «se ha convertido en un centro turístico», aseguran las mismas fuentes que dan otro dato: «Sus titulares son o han sido José Manuel Cañamero Valle, su mujer, F. G. B. y la hermana de ésta, A. G. B.; quien, a su vez, es la esposa de Francisco Cañamero Valle». ¿Quiénes son? Se trata de familiares del actual secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Diego Cañamero, a quien LA RAZÓN preguntó por esta cuestión y no negó que en el registro de cooperativas la titularidad que conste sea la de su hermano, aunque matizó: «Al margen de los titulares, 'Tierra y Libertad' es propiedad del SOC».

«Sólo hay un matrimonio que cuida de aquello», deslizó, en alusión a José Manuel Cañamero y su pareja que viven en el complejo. Según el líder del SAT, no es una cooperativa productivista porque la tierra es muy mala y sólo se cultivan dos o tres hectáreas. Asevera que no quieren especular con ella e insiste en que, pese a que hay quien asegura que «de ser un centro formativo quedó lejos hace tiempo», las instalaciones «se utilizan para formación». Aunque admite que también para turismo «alternativo», encuentros, convenciones, elaborar y vender productos ecológicos como aceite, miel... Cuentan incluso con una zona de acampada que ocupa una extensión de tres hectáreas de gran arboleda con servicios propios.

«Tierra y Libertad» ofrece todo un catálogo de actividades gracias en parte a los fondos públicos. «La clave está –apuntan fuentes ligadas al antiguo SOC– en por qué tienen que vivir allí los familiares de Cañamero. ¿No es de todos?», se preguntan. Y rematan: «Es un negocio en manos de un matrimonio que lo está explotando. Legalmente todo está a nombre de la cooperativa, que ya sabemos quienes son sus titulares».