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Fiestas, tradiciones de ida y vuelta

Halloween se vive hasta en la Casa Blanca
Halloween se vive hasta en la Casa Blancalarazon

Halloween es una celebración que viene, como tantas cosas, en su vertiente de fenómeno de masas, de Estados Unidos. Como casi nunca hay nada nuevo bajo el sol, todo apunta a que ya los celtas tenían unas fiestas similares, aunque parece que en ellas la sangre era de verdad. Aquí en España son muchos los lugares que celebran actos similares, posiblemente Galicia sea la autonomía con más fiestas donde la muerte, los seres infernales, tienen mas presencia festiva. Pero lo cierto es que es en Estados Unidos, en pequeñas poblaciones, donde empieza una tradición que se instala en las grandes ciudades y que salta a Europa. Aquí llegó más tarde a causa del aislamiento que se implantó durante los primeros veinte años del régimen franquista y añadamos que la Iglesia, que mandaba mucho en la época, tampoco era partidaria de festejos foráneos que rozaran lo religioso. Pero lo cierto es que la celebración de los difuntos tradicional, llena de recogimiento y mucha tristeza, en la mayoría de los casos fingida, quedó arrollada por Halloween, divertida, callejera, muy del gusto de los niños. Hasta el punto de que en hoteles, restaurantes, club sociales de urbanizaciones se celebran fiestas a un nivel parecido a las que tienen lugar en Nochevieja. Radios y televisiones tienen programaciones especiales. A mí me ha pillado ya mayor para hacerme devoto de esta fiesta de los horrores. He asistido, sobre todo en Madrid, a casas donde montaban con gran esplendor estas fiestas, pero para mí eran una especie de baile de carnaval macabro. En Estados Unidos, Halloween tiene un respaldo oficial al más alto nivel. En la mismísima Casa Blanca se celebran jornadas de puertas abiertas, la familia presidencial recibe a grupos de niños, acompañados de los padres, por supuesto, todo decorado para la ocasión. Calabazas, maíz , velas... el presidente y la primera dama de los Estados Unidos no se disfrazan. Claro, que surge la pregunta: ¿pero es que no van disfrazados a diario? Ya saben la consigna: «truco o trato». Si sirve para pasarlo bien, para que muchos niños se ilusionen durante días, a mí me vale.