Fin (casi)

Termina el verano sin remisión, a pesar de las calores que tan tarde han llegado. ¡Pero con qué ganas! Hoy comienza en Sanlúcar de Barrameda el segundo ciclo de Carreras de Caballos, ese evento más social que deportivo que abre y cierra agosto en la playa de Bajo de Guía. Es una señal cristalina, tanto como el acortamiento de los días a ojos vista y el regreso de las noticias políticas a partir del lunes a los telediarios, que llevan semanas entretenidos con las desventuras de los inmigrantes, los incendios de temporada y el asunto de la carne mechada, genérico con el participio completo contrapuesto al apocopado «La Mechá» de la empresa responsable y mártir del desaguisado. De tal guisa que, tras una noche de fiesta aprovechando el último remanso de soledad en la ciudad, el dominguero perplejo cree que los langostinos que se degustan en playas sanluqueñas están contaminados por la bacteria de la listeriosis o que Pedro Sánchez ha rescatado con su Falcon a cincuenta guineanos a la deriva en la piscina de Las Marismillas, adonde se habían tirado huyendo del fuego que devoraba un pinar de Doñana. ¿Qué ha pasado en Gran Canaria? Pues que Donald Trump quiere comprarla pero que el gobierno danés no se la vende, y vete a saber qué pintan los vikingos en la costa subtropical africana. Pelillos a la mar, a ese océano Atlántico que baña Biarritz y donde, pese a una manifestación de manteros barceloneses patrocinados por Ada Colau, los poderosos del mundo han brindado con manzanilla de Sanlúcar porque, al parecer, hoy comienza junto a la desembocadura del Guadalquivir el segundo ciclo veraniego de Carreras de Caballos, un acontecimiento más social que deportivo que se celebra desde hace 174 años. Y sí, parece que este evento señala que el verano toca a su fin. Buena falta nos va haciendo.