Sevilla

«Imagine si Obama decide venir a la playa en febrero... ¡qué gran promoción!»

Al frente del mayor motor económico de la comunidad, reclama «innovación» a los destinos «clásicos»: «No podemos vivir de lo buenos que éramos en los años 70 u 80»

«Imagine si Obama decide venir a la playa en febrero... ¡qué gran promoción!»
«Imagine si Obama decide venir a la playa en febrero... ¡qué gran promoción!»larazon

Al frente del mayor motor económico de la comunidad, el consejero de Turismo Francisco javier Fernández reclama «innovación» a los destinos «clásicos»: «No podemos vivir de lo buenos que éramos en los años 70 u 80»

–Se celebra el récord de visitantes a Andalucía, pero se obvia que esto no revierte en un empleo estable.

–Desde el 2015 sí hay una traslación de esa cifra a la creación de empleo. De hecho hemos conocido los datos de julio, donde hay 16.600 parados menos en el sector servicios. Cuando nos planteamos esa estabilidad, lo hacemos en un proceso de lucha contra la estacionalidad, que los hoteles puedan estar abiertos más tiempo y así los servicios anexos: chiringuitos, bares, tiendas... Para eso tenemos que conseguir no tanto cifras récord como fidelizar esos visitantes y que vengan durante otras temporadas.

–La presidenta firmó el mes pasado una alianza turística con sindicatos y empresarios y reclamó un turismo de calidad. ¿A qué se refería?, ¿no lo hay?

–Andalucía tiene una oferta de mucha calidad, no se basa solo en los servicios que se prestan, sino en seguridad, paz social –que es lo que se firmó–, pero también en la relación entre vecinos y turistas. Éstos se tienen que sentir un vecino más cuando vienen y tenemos que evitar que los vecinos se sientan turistas en su propia tierra. Eso se está consiguiendo.

–En épocas como el verano, se produce en determinadas zonas masificación. Eso resta calidad.

–Le resta si no tienes capacidad de asumirlo. Tenga en cuenta que las cifras que se han dado hasta ahora eran similares a las de antes de la crisis. Lo que queremos es que esos flujos se repartan en el territorio y en el tiempo. Hemos conseguido adelantar la temporada alta y atrasarla, ponerla prácticamente desde abril hasta principios de noviembre, eso nos va a permitir que no se masifique.

–El turismo cultural es uno de los puntos fuertes. Recientemente, en una entrevista, el director del Patronato de la Alhambra advertía de que el monumento no puede absorber más visitantes. Fue muy gráfico, dijo, «sólo nos falta abrir de madrugada».

–La ordenación del turismo en espacios que tienen un acceso limitado es una de las cosas que asumen los turistas con total normalidad, eso le da un plus de calidad. Lo que tenemos que saber es compatiblizar el mantenimiento de todo ese patrimonio cultural con el turismo, porque no solo es un recurso turístico.

–¿Se está logrando?

–Estamos haciendo bien el trabajo. Seguramente habrá que mejorar algunas cosas como la venta de entradas.

–Tanto las entradas como el alquiler de las audioguías, que está siendo investigado judicialmente, han sufrido trabas en la contratación.

–Ahora consideramos que se están tomando medidas correctoras de cualquier tipo de problema que hubiera, también de la mano del sector para conseguir una gestión mejor de los cupos de entradas.

–Hablaba antes de los chiringuitos. Aunque no sea su competencia la regulación, supongo que los empresarios le habrán trasladado su preocupación tras la sentencia del Tribunal Supremo anulando un artículo decisivo de la Ley de Costas.

–Afecta a muchos porque la regulación posible se ha tumbado, sobre todo la parte de que el tiempo que estuvieran allí contara como garantía para conseguir la licencia. Desde la Consejería de Medio Ambiente se está haciendo un esfuerzo por minimizar esto para darles estabilidad, siempre dentro de la legalidad, y regularlos de forma que mantengamos nuestro capital natural de las playas y también el empleo.

–¿Puede producirse la desaparición de parte de ellos?

–La situación que marca el Supremo no genera tanto la desaparición como la pérdida de derechos. No es mi competencia, pero hay voluntad de encontrar la solución porque son 40.000 empleos con potencialidad de ser más si conseguimos mantenerlos abiertos todo el año.

–Gran Bretaña copa gran parte del turismo residencial, turistas con viviendas en nuestro país. Con el «Brexit» se abre una incógnita respecto a su futuro.

–Hay un período de incertidumbre. Nosotros pedimos prudencia: este año está vendido en todo lo que es la «touroperación»; después hay que ver cómo se negocia la salida del Reino Unido de la Unión Europea, ver qué derechos se mantienen y plantear soluciones desde el Estado, no desde una comunidad autónoma. De todas formas, no hay una previsión de un abandono de esos turistas británicos asentados aquí.

–La visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se preparó con muchas expectativas por su repercusión y al final quedó en un recorrido estrictamente oficial, saltándose su estancia en Sevilla.

–El turismo norteamericano ha sido una de nuestras prioridades del último año porque ahora mismo la paridad dólar-euro les es favorable –se ha abaratado casi un 30% desde 2014–. Andalucía y España son destinos seguros para ellos, no solo en términos de seguridad ciudadana, sino porque cuenta con una red de hospitales solvente, con garantías para los consumidores... Además estamos intentado que haya vuelos directos entre EEUU y Andalucía.

–Málaga es sobre todo la que tira del carro en ese sentido.

–Sí, estamos intentado que haya otras conexiones con Estados Unidos y con Canadá. Nos da igual que sea Málaga, Sevilla o Granada, el caso es que vengan. Estamos luchando por que el de Málaga sea durante todo el año. El hecho de que Obama pensara en Andalucía demuestra que es atractiva para el público norteamericano. Su presidente optó por Sevilla y eso es un refuerzo para nuestro turismo patrimonial. Lamentablemente por los sucesos de Dallas se suspendió, pero habría hecho una buena promoción del destino, y sobre todo en verano, que es la temporada baja. Imagínese si este hombre decide venir un 2 de febrero a una playa a bañarse... ¡habríamos hecho una gran promoción de la playa en invierno!

–Estamos en alerta IV antiterrorista. Aunque es Francia quien está sufriendo las consecuencias más graves, ¿ha influido?

–No. El riesgo cero no existe, pero sí tenemos unas buenas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que hacen muy bien su trabajo.

–Para la mejora de las playas, la Junta ha presupuestado este año 1,2 milones, mientras que en 2014 y 2015 esta partida se quedó en blanco.

–Teniendo en cuenta que las competencias de Costas son del Estado y de las playas urbanas de los ayuntamientos, tenemos previsto sacar en septiembre la orden de subvenciones para 2016 y 2017 con prácticamente cuatro millones.

–El decreto de alojamientos turísticos entró en vigor en mayo. La patronal cifraba la oferta «pirata» en unas 80.000 viviendas. ¿Cuántas se han registrado?

–Ese dato es difícil de cuantificar porque no estaban regularizadas, sobre todo como garantía para el consumidor. La regularización está siendo sobre todo en los sitios donde verdaderamente había un problema, como Málaga o Granada. Mientras en Málaga era un turismo más familiar, en Granada había un problema porque eran masificaciones de viviendas, donde al final entraban en un piso 18 o 20 personas con despedidas de solteros, con las molestias que eso ocasiona.

–¿Ha habido sanciones?

–Todavía ninguna. La Inspección trabaja de oficio ante cualquier denuncia y se han recibido 34. Pero ochenta mil viviendas no había, tenga en cuenta que la misma se anuncia en muchos portales. De momento 12.013 viviendas han cumplimentado su declaración responsable; de ellas, 9.267 han sido validadas, por lo que ya pueden ejercer la actividad. Además, 5.047 han sido inscritas en el Registro de Turismo y disponen de un número asignado que deben usar en toda su publicidad.

–En la próxima Feria de Málaga, el Ayuntamiento va a hacer una campaña contra las agresiones sexuales. En San Fermín se produjeron varias, la más grave por parte de cinco sevillanos.

–Hay que apoyar la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y apelar al civismo. No creo que se algo generalizado y cualquier caso tiene que ser denunciado por todos.

–El ex alcalde de Madrid Alberto Ruiz-Gallardón hacía visitas «de incógnito» a las obras para ver su avance. Como consejero, ¿hace incursiones «secretas» para evaluar la oferta?

–El consejero de Turismo hace de turista muchas veces, incluso cuando tiene compromisos institucionales. Intento que no se sepa que estoy allí, si me tengo que quedar una noche antes, para conocer la realidad. Hasta cuando voy con la familia lo hago con esa visión.

–Para terminar, algo inmediato que deba hacerse para mejorar el sector.

–Hay muchas cosas porque cada vez se nos exige más. Debemos mejorar en cuestión de innovación, no solo de adaptación a las nuevas tecnologías, si no de servicios: no podemos vivir en algunos destinos de lo buenos que éramos en los años 70 u 80, tenemos que modernizarnos. Hay ejemplos como Torremolinos que están demostrando que se pueden reinventar y otros tienen que coger también ese camino.