La crisis económica frena la población en las capitales de provincia

Salvo Málaga y Almería, que está a punto de recuperar los niveles de empleo previos a la recesión, las grandes ciudades ven mermada su demografía en beneficio de las áreas metropolitanas

El número de desempleados, según la última EPA, bajó en 197.400 personas, un 14,1%, en Andalucía en 2015. La reducción se explica en el aumento de 61.300 empleos, un 2,2%, en el cuarto trimestre del pasado año y de 137.500, un 5,13%, en todo 2015. Según la Encuesta de Población Activa, Andalucía cuenta con 2.819.400 ocupados. El descenso de la población activa, que bajó en un año en 59.900 personas, un 1,4%, también explica la mejoría del empleo. Sólo en el último trimestre de 2015, la población activa andaluza cayó en 22.300 personas, un 0,5%. Desde que arrancó la crisis, la tendencia de congelación demográfica se ha afianzado, con la consiguiente pérdida de población principalmente en las capitales. La crisis económica ha disparado la crisis demográfica. Andalucía tenía en 2012 8,45 millones de habitantes. En 2015, 8,39 millones. Almería y Málaga son las únicas capitales que se salvan de esta tendencia, según el padrón del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Laboralmente, Cádiz está en el extremo más bajo de Andalucía y de España, 15 puntos por encima de la media de paro y donde se alcanzó la mayor tasa de desempleo durante el crack del ladrillo (43,23%, primer trimestre de 2014). La capital gaditana pierde 3.480 habitantes con la crisis. De 123.948 a 120.468. Por contra, Jerez de la Frontera aumenta en 976 habitantes, pasando de 211.900 personas a 212.876. Algeciras gana 2.003 habitantes, hasta situarse en 118.920.

Sevilla ha pasado entre 2012 y 2015 de 702.355 habitantes a 693.878, una caída de 8.477 personas. Se observa una migración al área metropolitana. En la provincia de Sevilla la tasa de paro se sitúa en el 29,08%. Su tasa de actividad es superior en 0,19 puntos al 60%. La media andaluza es del 58,4%. Alcalá de Guadaíra crece en 1.200 habitantes, pasando de los 73.675 de 2012 a 74.845 en 2015. Dos Hermanas, por su parte, aumenta en 2.523 personas. De 128.794 habitantes a 131.317. La Rinconada gana 672 habitantes, de 37.508 a 38.180. Aznalcázar, Utrera, Coria, Palomares, Tomares, Espartinas, Valencia... La mayoría de municipios cercanos a la capital ganan en torno a los 500 habitantes.

Córdoba pierde 1.479 personas. De 328.841 pasa 327.362. En la provincia cordobesa, la tasa de paro ascendió al 29,7%. Huelva cae en 2.250 habitantes, pasando de 148.568 a 146.318. Jaén pierde 1.336 habitantes. De 116.731 a 115.395. Las provincias de Cádiz, Huelva y Jaén son las que registraron la tasa de paro más alta de Andalucía, con un 36,73%, un 32,65% y un 30,84%, respectivamente, en la última EPA. Granada cae en 3.217 habitantes. De los 239.017 de 2012 a los 235.800 de 2015. La tasa de paro granadina está en el 28,82%.

Entre las ciudades que pierden población en Andalucía están: Ayamonte (-611, 20.357 habitantes), El Puerto de Santa María (-733, quedándose en 88.335 habitantes), Jimena de la Frontera (-708, 9.772 censados), San Roque (-1143, 29.373 habitantes), Antequera (-686, 41.141), Andújar (-762, 38.246 habitantes), Linares (-1213, 59.737), Úbeda (-854, 34.930), Baza (-739, 20.668), Marbella (-936, 139.537), Mijas (-2.641, 79.483), Nerja (-1.432, 21.185 habitantes), Mojácar (-1348, 6.825 censados) o Níjar (-1.409, 28.056 habitantes).

Almería, laboralmente, representa el lado opuesto a Cádiz: a menos de un punto de recuperar el nivel de paro previo a la crisis y donde más ha bajado respecto a su máximo. La capital almeriense crece en 2.760 personas. De 191.443 a 194.203 habitantes. La tasa de paro almeriense es del 25,13%.

Málaga es la otra capital andaluza que escapa a la sangría demográfica posterior a la crisis. Aumenta en 1.697 habitantes, pasando de 567.433 a 569.130 personas. La provincia malagueña tiene una tasa de paro del 26,98%, según la EPA.

Almería y Málaga, con una industria turística que se complementa con mercados más diversificados, crecen. Almería y Málaga, junto a Girona y Vitoria, son las únicas capitales de España que crecen desde 2012. Existe una vinculación entre industria y demografía. El Ejido (agroalimentación), o Jerez de La Frontera (zona vinícola) son un ejemplo.

Entre los municipios que crecen en Andalucía están Lepe (+461, 27.675), Moguer (+439, 21.383), Almonte (+645, 23.254), Chiclana de la Frontera (+1.664, 82.777 habitantes), Conil (+209, 22.136 habitantes), Casares (+344, 5.954 habitantes), Benahavís (+1.125, 7.105 habitantes), El Ejido (+2.857, 85.961 personas), o Albox (+608, 11.429).

Además de los movimientos migratorios, muy marcados por la economía, la demografía depende de la natalidad y la mortalidad. En España, en 2014 la diferencia entre nacimientos y defunciones apenas llegó a 31.700 personas. En 2015, por primera vez desde la Guerra Civil, hubo más muertos que partos. Desde 2012, España –y Andalucía como comunidad muy ligada históricamente a la emigración– pierde población por el llamado exilio económico. Se van más en busca de un futuro laboral que los que llegan. La crisis ha frenado la sangría migratoria de las capitales a las áreas metropolitanas pero no la ha detenido. El boom del ladrillo provocó grandes crecimientos demográficos alrededor de las capitales. Muchos municipios metropolitanos siguen recibiendo población. Caso, por ejemplo, de Dos Hermanas o Alcalá de Guadaíra, que recogen población laboral de Sevilla.