Becas
La Junta calcula ganancias de hasta 200.000 euros al año en comedores escolares
El negocio está asegurado y hasta con lista de espera. Es la realidad de los comedores de los colegios e institutos públicos andaluces, donde 180.000 niños comen cada día durante los nueve meses que se alarga el curso. Según los últimos datos hechos públicos por la Consejería, el 57% de los usuarios tiene bonificado el precio completo –4,50 euros diarios– y cerca del 80% disfruta de algún porcentaje para la exención de pago. Sea como sea, la empresa que lo gestiona cobra la cuota íntegra, asegurándose unos ingresos fijos. Por eso los comedores escolares son un buen negocio.
Y la Agencia Pública de Educación acaba de sacar a concurso un contrato cuyo precio de licitación es de 81,1 millones de euros por dos cursos, prorrogable por otros dos más. Fuentes de la Consejería de Educación aclaran que «la Ley de Contratos del Sector Público exige que en las licitaciones en la modalidad de concesión, como es este caso, los pliegos incluyan el proyecto de explotación de cada uno de los lotes que se licitan. De esta manera, todo licitador tiene el derecho a conocer con antelación cuál es la estimación económica esperada de cada lote, siempre que operen factores normales». «Los proveedores no participan en la redacción de los pliegos, es la Consejería la que realiza la estimación del rendimiento. Esta estimación se basa en el número de usuarios autorizados en cada comedor durante la duración del contrato, el precio público, la bonificación promedia del centro, etc.», detallan.
El contrato licitado está compuesto por 81 lotes muy dispares: desde instalaciones unitarias hasta los que aglutinan a más de una veintena de centros. Los más «modestos» corresponden a pequeños comedores con capacidad reducida, desde 25 niños. En ellos el margen de explotación se reduce. Un ejemplo es el Virgen de Gracia, en El Hoyuelo (Sevilla), denominado «lote 81»: en él se atiende a 35 usuarios y el rendimiento calculado en el proyecto de explotación es de 2.545 euros como máximo.
En el extremo contrario se situaría el lote 10, que comprende veinte centros de Jerez de la Frontera y otro de La Barca de la Florida (Cádiz). La mayoría de esos comedores están por encima de las cien plazas, llegando hasta las 225. Este «paquete» es el que mayores rentas repercutiría en su explotación: hasta 213.315 euros, atendiendo a los cálculos realizados por la Agencia –gradualmente se iría reduciendo hasta 125.620 euros en el cuarto año si se hace uso de las dos prórrogas anuales posibles–. Cantidades que parecen desorbitantes para un servicio público cuyo coste es de 4,50 euros al día por alumno –congelado desde el curso 2009/10–, lo que supone alrededor de 90 euros al mes.
En la propuesta de explotación, Educación detalla al céntimo las cantidades relacionadas con el funcionamiento de cada comedor. En el citado lote, por ejemplo, hay una media de plazas bonificadas que roza el 60 por ciento de las 2.778 que gestionaría. En total, a lo largo del curso escolar se servirían casi medio millón de menús, con un coste de 1,18 millones de euros. A eso habría que sumar el reparto de 108.402 packs de desayuno y merienda para 609 niños con necesidades de alimentación incluidos en el Plan SYGA –de Seguridad y Garantía Alimentaria– por la delicada situación económica de sus familias. El coste para la Junta es de 112.738 euros. El análisis recoge también los costes e ingresos previstos, desde la parte bonificada o no del menú a los gastos salariales de los monitores y los indirectos de la estructura empresarial. En éste, los ingresos durante los cuatro años de vigencia serían 8,53 millones –a razón de 2,13 anuales–. Solo permanecen fijos en los que afectan a la aportación de la Junta y los usuarios. Los calculados por la elaboración de comidas, el personal o los señalados como «gastos generales» variarían, lo que explica que el rendimiento estimado mengüe aunque no deje de tratarse de cantidades grandes, que no bajarían de 125.000 euros –siempre referidos al lote tomado como ejemplo–.
Para el primer año, en cifras globales, ascenderían a 1,9 millones, que serían dos al final del contrato. En total, cuantificando los dos años de adjudicación ordinarios más las dos prórrogas contempladas –lo que alargaría la concesión hasta el curso 2019/20– los beneficios se elevarían a 678.742 euros. Un negocio desde luego rentable para las grandes compañías de cátering contra el que resulta difícil la competencia de las asociaciones de padres y madres de alumnos (ampas) que aspiran a gestionar sus propios comedores para acabar con las denostadas «líneas frías». Los cálculos de la Junta para los 81 lotes, reflejan un rendimiento estimado de 5,9 millones de euros para el conjunto del contrato, aunque cada licitador solo puede concurrir a 14, una limitación que no afecta a empresas del mismo grupo.
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