Crisis económica

La peligrosa deriva de la RTVA

La Razón
La RazónLa Razón

La Junta de Andalucía sigue sin afrontar de manera seria la cuestión de la Radio Televisión de Andalucía. Un problema de carácter económico que nadie en el Gobierno andaluz ha solucionado en los últimos años. La esperada comparecencia del subdirector general de la RTVA en el Parlamento de ayer constató que las finanzas del ente público, lejos de mejorar, empeoran. La caída del mercado publicitario es una evidencia que afecta a todos los medios de comunicación, pero en la televisión y radio públicas andaluzas hay margen para aminorar otras partidas presupuestarias que parecen intocables. La plantilla del ente está sobredimensionada y aún así no se ha podido aplicar el recorte salarial planteado por la dirección, uno de los motivos de la marcha del ex director general Pablo Carrasco. Los propios sindicatos, con su actitud, ponen en riesgo la viabilidad del ente, aunque no son los únicos responsables.

Joaquín Durán admitió en la Cámara andaluza que hasta agosto la desviación presupuestaria en los ingresos publicitarios previstos era del 50 por ciento, un porcentaje que no sólo responde a la crisis sino a una falta alarmante de planificación. Contemplar 22 millones de euros y sólo alcanzar 10,7 constituye una muestra de que ha faltado imaginación para cubrir los objetivos en la seguridad de que el Presupuesto público vendrá luego a sustentar ese desfase. El plan de acción comercial, cifrado en 2.319 gestiones comerciales en nueve meses no es suficiente, ya que suponen 8 contactos diarios para una estructura que soporta a alrededor de 1.600 trabajadores en plantilla.

La RTVA tiene un presupuesto anual de gastos de 165,5 millones de euros, más un déficit autorizado de 20 millones, cifras lo suficientemente importantes para que de una vez por todas se plantee con seriedad si merece la pena tanto esfuerzo.