Moreno propone que la delegación en Bruselas deje de ser «un chiringuito»

El candidato popular aboga por dotar de «rango de viceconsejería» al ente de la Junta en la principal sede de la UE con «objetivos mensuales» para alcanzar la «convergencia deseada»

El presidente del PP-A, Juanma Moreno, anunció ayer su intención de «reestructurar» la delegación de la Junta de Andalucía en Bruselas, que, en su opinión, ha venido funcionando como «un chiringuito para preparar los viajes» de la presidenta Susana Díaz, y de darle «rango de viceconsejería» si se convierte en presidente del Gobierno andaluz tras las elecciones autonómicas del 2 de diciembre.

En su intervención durante la jornada «En Andalucía empieza Europa», que celebró el PP en Córdoba con la participación, entre otros, del presidente del PP, Pablo Casado, y el portavoz popular en el Parlamento europeo, Esteban González Pons, el candidato del PP-A a la Presidencia de la Junta anunció también su propuesta de marcarle «objetivos mensuales» a dicha delegación en Bruselas.

Moreno aseveró que, con él como presidente, la delegación «recibirá y ayudará a todos los empresarios y emprendedores, a todos los que quieran producir y trabajar», y criticó que, «hasta ahora, hemos tenido un chiringuito socialista en Bruselas» que tiene «las puertas cerradas» cuando «el líder de la oposición» acude a la capital belga. Además, se preguntó «para qué queremos una delegación si no es para pelear por los intereses de Andalucía en el corazón de Europa».

Moreno defendió que Andalucía «necesita estar en el corazón de Europa» y los andaluces se sienten «profundamente españoles y europeos», al tiempo que lamentó que la «mala gestión socialista» en Andalucía ha evitado «alcanzar la convergencia deseada», que «se ha agrandado en doce puntos en los últimos diez años».

En esa línea, el líder del PP-A se preguntó «qué ha hecho el socialismo en Andalucía con los miles de millones de euros –más de 100.000 millones– que han llegado» a la comunidad procedentes de fondos europeos. Moreno aludió a la nueva Política Agraria Común (PAC) que ahora se negocia y reivindicó el papel del Gobierno de Mariano Rajoy en la gestación de la actual, ya que «evitó que en la PAC se aplicara el importe único por hectárea, la denominada tasa plana, que habría supuesto unas pérdidas de hasta 450 millones anuales».