Reformas para salir de la crisis

Es para alegrarse que el paro baje en Andalucía en diciembre y mucho más que lo haga el doble que la media nacional. Pero la alegría debe enmarcarse en el contexto exacto y debe ser contenida, sin perder de vista el factor de la temporalidad. Las nuevas contrataciones han ido de la mano del tirón del sector servicios en Navidad y de las campañas agrícolas, fundamentalmente de la aceituna, de ahí que Jaén haya encabezado el descenso del desempleo en el último mes.

Los datos del último año son sobrecogedores. En toda España, pero en Andalucía especialmente. Y por eso habría que pensar por qué en la comunidad, pese a tener ya a una de cada tres personas en edad de trabajar en el paro, sigue creciendo el desempleo a un ritmo superior a la media. 114.677 nuevas personas se sumaron a las listas del paro en los últimos doce meses. Tantos como en la suma de 2010 y 2011. El año que nos acaba de dejar ha sido devastador en términos laborales. El peor ejercicio después de los dos primeros años de dura tormenta económica: 2008 y 2009. La duda ahora es si, tal y como vaticina el Gobierno, para este año comienza a verse la luz al final del túnel y en 2014 la economía cambia al signo positivo. Para que esto se produzca, Andalucía no puede mantenerse a la espera, hasta que la arrastre la inercia del nuevo ciclo. Lo importante no es sólo salir de la crisis, sino salir los primeros y en las mejores condiciones. Para eso hacen falta reformas y aparcar el populismo electoral. Y el bipartito PSOE-IU no está cogiendo el toro por los cuernos. Un ejemplo lo ponía ayer el «número dos» del PP-A: sólo se han eliminado diez de las 113 empresas que se comprometió a suprimir Griñán en 2010.