Sevilla

Rivera y Arrimadas agitan el debate electoral y Susana Díaz se planta ante la «falta de respeto»

El líder de Cs ataca el «conformismo» del PSOE-A y se volcará para que el cambio de España «empiece en Andalucía»

Albert Rivera, junto al secretario general de Cs, José Manuel Villegas, y la portavoz nacional, Inés Arrimadas, presentaron en Sevilla a los ocho candidatos del partido naranja al Parlamento andaluz una vez celebradas las primarias (Foto: Manuel Olmedo)
Albert Rivera, junto al secretario general de Cs, José Manuel Villegas, y la portavoz nacional, Inés Arrimadas, presentaron en Sevilla a los ocho candidatos del partido naranja al Parlamento andaluz una vez celebradas las primarias (Foto: Manuel Olmedo)larazon

La tensión entre Ciudadanos y PSOE-A aumenta. El clima entre socios de investidura conduce a un adelanto electoral, pese a que ambos partidos aseguran que lo ideal sería agotar la legislatura. Un ambiente caldeado que frena el diálogo para la elaboración del Presupuesto de 2019, llave de la cacareada «estabilidad» política en Andalucía.

Cs ya ha activado el modo precampaña. Albert Rivera e Inés Arrimadas anunciaron ayer en Sevilla, en la presentación de los ocho candidatos de la formación naranja al Parlamento andaluz, que se «volcarán» en las autonómicas para que «el cambio para España empiece por Andalucía». Un discurso alejado de la moderación habitual de Juan Marín, flamante nuevo candidato a la presidencia de la Junta –recibió el apoyo del 67% de la militancia–, y que disgusta sobremanera a Susana Díaz. El reiterado mensaje, en boca de referentes nacionales, cala. «Andalucía merece quitarse la mochila de los ERE, de la mala gestión, del conformismo y del victimismo socialista», afirmó Rivera. Provocando, ayer sí, la respuesta de la presidenta con un tono grueso vía Twitter: «El señor Rivera debería entender que, en política, a veces se gana y a veces se pierde y que no puede pagar sus frustraciones criticando siempre a los demás. Lleva cinco días atacando al Gobierno de Andalucía. Ya está bien de tantas faltas de respeto».

La contrarréplica no se hizo esperar. Su oponente en las próximas elecciones, el mismo que horas antes deslizaba que Cs «no cierra ninguna puerta» tras unas elecciones andaluzas que Díaz convocará «cuando le interese», respondía en la misma red social que «atacar y faltar el respeto a los andaluces es apoyar los privilegios para otros territorios o no salir en 37 años de las tasas de paro y abandono escolar más altas. Los partidos se ganan o se pierden, pero Andalucía no está condenada a un gobierno conformista; saldremos a ganar».

Con sondeos que ya colocan a Ciudadanos como segunda fuerza en Andalucía, Marín se ve con la suficiente fortaleza para sentarse a negociar las cuentas de 2019 defendiendo con firmeza una reforma fiscal y una elevada ejecución presupuestaria de inversiones en infraestructuras, entre otros puntos principales de un hipotético acuerdo.

Rivera es consciente de que «nadie puede gobernar España dándole la espalda a Andalucía». Su implicación en las autonómicas, que podrían adelantarse a otoño, será total. Su discurso de ayer sonó a ruptura definitiva con el PSOE. «37 años con los mismos en el poder no es sano democráticamente hablando», llegó a decir. Unas palabras que obligan a pensar que piensa más en un pacto con el PP-A llegado el caso. «El reto es tremendo, en un mundo en el que la gente pide cambio, regeneración y transparencia, ha llegado el momento de decirles a los andaluces que hay una alternativa que no va a enfrentar a rojos y azules, sino que es de suma y unión», añadió.

«La idea ya no es seguir consiguiendo cosas desde la oposición –agregó Arrimadas–, sino liderar el futuro cambio que necesita Andalucía».

Rivera redundó en este mensaje, atizando previamente a la Junta por su «parálisis» y al PP-A por su desgana en la oposición: «No queremos apoyar a otros gobiernos, vamos a jugar a ganar las elecciones para buscar apoyos que nos dejen gobernar desde la moderación» con una alternativa que «huya de nacionalismos y populismos, y que pueda decir a los andaluces que se va a producir un cambio tranquilo y sensato».