Rodríguez Salas: «Si ganara las elecciones limpiaría la era y no quedaría nadie vinculado al 'caso ERE'»

SEVILLA- ¿Por qué se decidió a dar el paso de presentarse a las Primarias del PSOE-A?

–Hay veces en la vida en que hay que descubrir si la democracia interna funciona como crees que debe hacerlo en un partido progresista. Lo confirmo por mí mismo. No es bueno que concurra un solo aspirante. Había que buscar alternativa. Me animó muchísimo que militantes anónimos me mandaran mensajes de apoyo para que encabezara una candidatura.

– ¿Cuántos avales tiene?

–Aún no lo sé. Tengo que contabilizarlos cuando llegue a Jun –lleva días fuera de su municipio–.

–¿Considera que, como asegura la dirección del PSOE-A, todos los precandidatos compiten en igualdad de condiciones?

–Sólo la presentación de Susana Díaz con ese derroche de medios e incluso de cargos, apenas abierto el proceso, muestra que no. El resto nos movemos con nuestros propios recursos, pagándolo todo en campañas austeras. No tenemos los medios del «aparato» del partido, que son infinitos. Habrá que averigüar si alguna candidatura sí cuenta con ellos.

–Los tres aspirantes están citados hoy a las 12:00 en San Vicente, ¿planteará su queja sobre que el partido no permita sumar las firmas recogidas vía internet?

–Sí, pediré que se contabilice el aval a través de internet y también que tengamos acceso al censo para saber a quién tenemos que dirigirnos a la hora de buscar los avales. Hay jurisprudencia sobre ese derecho del precandidato. E introduciré además otra cuestión: una candidatura tiene que recoger tantos avales como necesite. No pueden ser todos para uno porque entonces en la norma está hecha la trampa.

–Si el partido se niega a aceptar los avales electrónicos, ¿impugnará finalmente el proceso?

–Los estamos estudiando, pero creo que sí. Si sirvió mi candidatura a las Primarias a través de internet, ¿por qué los avales de los militantes no? ¿Hay personas del partido de primera clase y otras de segunda? Pablo Iglesias –fundador del PSOE– intentó por todos los medios que se abolieran privilegios como el voto censitario y hay que continuar por ese camino. Cabe preguntarse si hay quien tiene miedo escénico a que alguien distinto a Díaz se presente, lo que me parece preocupante. Los militantes tienen derecho a avalar a quien quieran de la forma que les parezca oportuna.

–Entiendo que sobre la impugnación decidirán los tribunales...

–Sí, la Justicia. No tengo ninguna prisa.

–Hablando de Justicia, ¿es de los que piensa que la instrucción de la juez Mercedes Alaya tiene algo que ver con lo exprés de las Primarias o no?

–No me gusta mucho opinar de lo que no conozco el trasfondo. Griñán ha sufrido mucha presión en los últimos tiempos y a lo mejor se ha sentido acosado por ella. No está imputado, pero a veces pesa más el día a día en un caso como el de los ERE. He sido testigo de cómo los medios lo acribillaban en un acto importante del Consejo Consultivo. Vi cómo acabó. A lo mejor ha podido influir eso más que otra cosa, máxime con su edad.

–¿Tendría algún imputado en su Gobierno?

–No. Si ganara las elecciones no quedaría nadie vinculado directa o indirectamente con el «caso ERE». Es la única forma de tener credibilidad. Ante una causa tan grave no se puede tener ningún tipo de condescendencia. Hay que ser inflexibles y limpiar la era.

–Hay quien ha apuntado la posibilidad de que Planas y usted acaben uniendo fuerzas, ¿lo han considerado?

–Sería bueno que pudiéramos competir las tres candidaturas que representamos a tres tipos de tendencias. De un lado, Díaz es el continuismo, con unos cuantos años menos pero más de lo mismo. Planas, por su parte, no se conforma con lo que hay. Formando parte del Gobierno ha decidido dar un paso adelante porque no quiere más de lo mismo. Es mi rival pero lo aplaudo. Y por último yo, con una concepción de un Gobierno de la Junta absolutamente abierto.

–¿Es ésa la idea nuclear de su proyecto?

–Sí y las ganas de girar todo lo que retrata a Andalucía, empezando por la burocracia y acabando por la falta de transparencia que hay en las distintas administraciones. Se habla mucho de una ley en ese sentido que no se materializa en nada que permita a los ciudadanos percibirla. La mejor transparencia es hacer accesible las cosas a la ciudadanía y para eso hay mucho por transformar.