Libros
De Prada gana el Premio de la Crítica por una novela que ahonda en lo más humano
«El castillo de diamante» se impone a otras nueve obras por su valentía y manejo de verdades eternas
Con su novela «El castillo de diamante», el escritor Juan Manuel de Prada vuelve a repetir, ocho años después, con el Premio de la Crítica que concede el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, y que fue fallado en la capital abulense en su decimocuarta edición, imponiéndose a una nómina de escritores entre los que se encontraban José Jiménez Lozano. Julio Llamazares, Elena Santiago, Gustavo Martín Garzo , José Antonio González Iglesias, Gonzalo Calcedo, Teófanes Egido, José C. Vales y Andrés Sorel.
Una novela que ahonda en lo más humano, según indicaba el miembro del jurado Nicolás Miñambres, quien definió la obra premiada como «un espléndido estudio de la condición humana» de Santa Teresa de Jesús y la princesa de Éboli.
Otro de los miembros del jurado, el delegado de LA RAZÖN en Castilla y León, Jesús Fonseca, alababa la árdua tarea de investigación profunda «en la que ha sido capaz de urdir esta trama desde la realidad actual y de acercarla a lo que está pasando».
Y el propio autor, en declaraciones a Efe, consignaba el valor de este tipo de distinciones como un aliciente para la creación, convencido de que los autores «nunca escribimos para el vacío». «Todo escritor necesita del refrendo de quienes lo leen. Siempre deseamos que alguien reconozca nuestro trabajo», ha precisado antes de referir el «acicate, estímulo y espaldarazo».
Ningún autor, prosigue, «escribe pensando en los premios, pero sí es verdad que compensan el esfuerzo, decir lo contrario sería mentir y a mí me ha producido una gran alegría especialmente por el simbolismo que representa el hecho de que haya sido fallado en Ávila».
De esta manera se ha referido al origen de Santa Teresa de Jesús, protagonista junto a la princesa de Éboli del relato ganador, «dos mujeres únicas, geniales y mucho más parecidas de lo que a simple vista pudiera parecer», a pesar de lo cual no congeniaron y que, en el caso de haberlo hecho «hubieran llegado muy lejos».
El conflicto entre ambas es el hilo conductor de una narración en la que De Prada no deja de asombrarse del «único fracaso» de Santa Teresa como reformadora; el mantenimiento del convento que fundó en Pastrana (Guadalajara) con el apoyo inicial de Ana Mendoza de la Cerda, princesa de Éboli y duquesa de Pastrana.
También avanza en lo que está trabajando: «Un ajuste de cuentas» consigo mismo, fruto de una revisión de su pasado personal, un trasfondo autobiográfico de la que será su próxima novela.
Tendrá un cariz «totalmente distinto» al perfil cronológico de anteriores relatos, también una novela pero donde la extracción histórica dejará paso a personajes «fuertemente nacidos de la experiencia personal».
Será «un ajuste de cuentas conmigo mismo a través de la relación destructiva que protagonizan un joven escritor, neófito y repleto de ilusiones y un autor veterano lleno de desengaños».
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