Valladolid

El abuelo del menor fallecido por un disparo en Valladolid no tenía licencia de armas

Los hechos ocurrieron la noche del viernes en la vivienda del abuelo pero los niños estaban solos

El abuelo del menor fallecido por un disparo en Valladolid no tenía licencia de armas
El abuelo del menor fallecido por un disparo en Valladolid no tenía licencia de armaslarazon

Los hechos ocurrieron la noche del viernes en la vivienda del abuelo pero los niños estaban solos.

No quiso declarar ante la Policía pero, aún así, los investigadores no tienen muchas dudas de que el autor del disparo, presuntamente fortuito, que acabó con la vida de un niño de 12 años en Valladolid fuera su primo de 16 años. Todo sucedió la noche del viernes, mientras se encontraban en casa del mayor de ellos, que vive con su abuelo de 75 años y propietario del arma de pequeño calibre con la que se produjo la tragedia. La familia es de nacionalidad española y etnia gitana, según fuentes de la investigación.

Según informó inicialmente la Delegación del Gobierno en Castilla y León a través de un comunicado, los hechos se produjeron en una vivienda de la calle Francisco Mendizábal de la capital vallisoletana, en la que los dos menores se encontraban solos, según detallaron fuentes de la Policía Nacional a Efe. Por causas que se desconocen y que están tratando de averiguar los agentes encargados de la investigación del caso, a eso de las 21:50 horas del viernes se produjo la detonación y el primo mayor disparó al pequeño.

No murió en el acto y los servicios sanitarios le trasladaron al hospital Clínico de Valladolid, donde murió al poco de entrar por urgencias sin que los médicos pudieran hacer nada por evitarlo. El presunto autor del disparo, por su parte, fue trasladado al otro centro sanitario de la ciudad, el Río Hortega, dado que presentaba una fuerte crisis de ansiedad.

Después de ser atendido por el impacto emocional, el joven de 16 años fue trasladado a dependencias policiales. Allí, tras ser asistido por un abogado del turno de oficio, se negó a declarar ante los agentes. De esta forma, los investigadores no descartan que el autor de la muerte del menor pueda tratarse de otra persona y todas las líneas de investigación se mantienen abiertas.

La principal hipótesis, no obstante, sí apunta al menor y a que todo se trata de un fatal accidente a causa de que el arma de fuego se encontraba al alcance de los niños. El menor se encuentra a la espera de los resultados de la clásicamente llamada «prueba de la parafina» que determinaría si fue él quien disparó el arma. El propietario de la misma es el abuelo de los niños, A. L. J., de 75 años y con antecedentes policiales de hace casi 30 años (tentativa de homicidio y robo con fuerza), en cuya vivienda se encontraban los dos menores cuando ocurrió la tragedia. Tras ser arrestado por tenencia ilícita de ramas, quedó en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial.