Castilla y León
El Gobierno Herrera quiere que personas con discapacidad atiendan a dependientes
La consejera de Familia, Alicia García, anuncia una inversión cinco millones para formar a los beneficiarios de esta salida laboral
La consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades destinará durante el próximo lustro más de cinco millones de euros para formar a personas con alguna discapacidad en la asistencia personal. Objetivo: que esta actividad pueda convertirse en una opción laboral para este colectivo.
«¿Quién mejor que ellos puede comprender las necesidades de una persona dependiente?», se preguntaba, la consejera Alicia García, al reivindicar la figura del asistente como una gran oportunidad laboral para muchas personas con o sin discapacidad, y defender también que se trata la «mejor herramienta» de la que dispone la Ley de Dependencia para mejorar la calidad de vida y autonomía de los dependientes.
«Es la única prestación que se adapta a las necesidades de la persona y no al revés, y que permite al dependiente ser más activo y tener una mayor participación y contribución a la sociedad», apuntaba, por su parte, el presidente de Predif, Francisco Sardón, quien reconocía que, salvo en el País Vasco y algo en Castilla y León, la figura del asistente personal apenas está desarrollada en nuestro país, lejos aún del desarrollo en otros lugares como EEUU, Alemania, Italia o Grecia.
De hecho, en España se prestan unos 7.000 servicios de este tipo, el 0,5 o el 0,6 por ciento del total, y en Castilla y León son 335 las personas que ya reciben esta atención, cuya demanda, según Sardón, está creciendo bastante este año. Especialmente, tras la apertura hace un mes en Valladolid de la primera oficina del Servicio Integral de Asistencia Personal.
Un ejemplo de las bondades de la asistencia personal es el de la vallisoletana Rocío Molpeceres y su asistente María Antonia Rodríguez, quienes defienden los beneficios de esta prestación. La primera, por que tiene en la segunda las manos y los pies que necesita para moverse y la capacidad de decisión suficiente como poder vivir y no depender de sus familiares. Y la segunda, porque tras mucho tiempo sin trabajo ha visto en la asistencia personal una oportunidad laboral que le ha cambiado la vida para bien.
Sentar las bases
Todas estas cuestiones se han puesto encima de la mesa durante la celebración en Valladolid del I Congreso Internacional de Asistencia Personal, con la participación de más de 300 personas. Un encuentro que ha servido para dar a conocer la figura del asistente personal, como uno de los derechos que se incluye en la Ley de Dependencia, y sus ventajas para dar luz a las familias y dependientes. Pero también para explorar los modelos de gestión existentes en España y sentar las bases de unos requisitos mínimos y unos criterios comúnes «que garanticen que una persona dependiente que resida en Murcia pueda recibir la misma prestación que en Cuenca», como apuntaba Francisco Sardón.
Igualmente, Alicia García anunciaba que este año se regulará la norma que acreditará los requisitos que deben cumplir las empresas que quieran acceder a este Servicio de Asistencia Personal.
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