Valladolid

El Salvador se alza con el triunfo en la fiesta del rugby vallisoletano y nacional

Vence al Quesos Entrepinares y recibe la Copa del Rey de manos de Su Majestad Felipe VI ante un abarrotado José Zorrilla

El Rey Felipe VI, junto al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, Manuel Saravia, Soraya Sáenz de Santamaría, Pedro Sánchez, Jorge Moragas, y el general jefe Manuel Gorjón, entre otros
El Rey Felipe VI, junto al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, Manuel Saravia, Soraya Sáenz de Santamaría, Pedro Sánchez, Jorge Moragas, y el general jefe Manuel Gorjón, entre otroslarazon

SilverStorm El Salvador se alzó con la victoria en la LXXII final de la Copa del Rey de Rugby frente al VRAC Quesos Entrepinares (13-9) en un partido vibrante de los dos equipos vallisoletanos jugado en un abarrotado estadio José Zorrilla con más de 26.000 espectadores, entre ellos el Rey Felipe VI, que entregó el trofeo y las medallas al campeón y subcampeón en el césped del campo.

El José Zorrilla, vestido para acoger la final, celebró la fiesta del rugby vallisoletano, con los colores azul y blanco del VRAC y negro y blanco de El Salvador, cuyo partido comenzó con un minuto de silencio en homenaje a las víctimas del derrumbamiento de un edificio en Los Cristianos, al sur de Tenerife, y con el himno nacional español.

Junto a Felipe VI, compartieron la tribuna central del estadio el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera; el alcalde de Valladolid, Óscar Puente; el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero; la vicepresidenta en funciones del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; la ministra en funciones de Agricultura y Ganadería, Isabel García Tejerina; la vicepresidenta de la Junta, Rosa Valdeón: el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el autonómico, Luis Tudanca, entre otros.

Para la ciudad quizá lo de menos fuera el ganador, pero no así para el SilverStorm El Salvador, que vuelve a levantar el trofeo varias ediciones después tras derrotar 13-9 al VRAC gracias a un ensayo de Alberto Díaz y una transformación y dos lanzamiento a palos de Sam Katz. Dos clubes, dos plantillas y dos aficiones que rieron o lloraron de emoción, de pena o de lamentación, en un partido más bien anodino motivado por la lluvia, la presión o verse frente a tanto público. Pero siempre recordarán que ambos equipos pasaron a la historia por ser los protagonistas de la LXXXIII Final de Copa del Rey. La sana batalla entre aficiones no decayó en todo el partido. Ni siquiera la lluvia, que durante los primeros 40 minutos se hizo presente de forma discontinua para dejar paso a un sol radiante en la segunda parte. Zorrilla retumbó al grito de «Quesos, quesos» y «Mucho Chami», un ánimo constante antes, durante y después del choque. Incluso los Estopa, a través del videomarcador, desearon diversión en un gran partido minutos antes de las 13 horas.

La tercera final entre equipos de Valladolid supuso un partido histórico, ya que al récord de asistencia a un partido entre equipos nacionales se le suma la presencia, por primera vez en la historia, del monarca, así como el apoyo de autoridades e instituciones.

Un jefe del Estado no asistía desde 1929 a un partido de rugby, pero fue de carácter internacional, en Barcelona, entre España e Italia. Concretamente el bisabuelo del actual, Alfonso XIII. Ahora, la Casa Real retoma este hábito, de momento de forma puntual, con dos equipos de Valladolid, un espaldarazo para este deporte y la ciudad. Ésta recibió además un impulso a la hostelería, con varias carpas de establecimientos en todo el entorno, con equipos de sonido y pantallas para poder seguir el evento desde las proximidades, tomando una caña, un vino o un refresco y almorzando un pincho de tortilla o una ración de torreznos.