Castilla y León

La Junta se apoya en la sociedad civil para aliviar los aprietos de las familias

La Razón
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Más de 233.000 personas se encuentran sin trabajo en Castilla y León. Alrededor de 110.000 no cobran ninguna prestación. Medio millón de hogares de nuestra Comunidad llegan con dificultad a fin de mes y decenas de miles no pueden permitirse comer carne o pescado dos veces por semana o mantener su vivienda a una temperatura adecuada, según datos facilitados por Cáritas.

Para hacer frente a esta situación y aliviar las estrecheces de las familias, el Gobierno Herrera se ha puesto a trabajar con mayor intensidad con la sociedad civil, a través de la colaboración con Cáritas, Cruz Roja, el Banco de Alimentos y todas las oenegés que existen en la Comunidad. Una sociedad, desde el mundo de la Cultura, la Universidad o la empresa privada, cada vez más implicada y solidaria con los que menos tienen, y que han reforzado también sus programas de recaudación de dinero y alimentos. Además, hasta septiembre de este año, los Bancos de Alimentos distribuidos a lo largo y ancho de la Comunidad han repartido más de 7,5 millones de alimentos no perecederos y de primera necesidad, y las perspectivas para final de año son las de llegar a los nueve millones de alimentos distribuidos entre 75.000 familias. Y en este pasado mes de octubre, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha puesto en marcha la segunda fase del plan de ayuda alimentaria a las personas más necesitadas, por el que se repartirán en Castilla y León más de 976 toneladas de alimentos básicos. Asimismo, más de 50.000 personas en riesgo de exclusión social han sido atendidas ya este año en los servicios de acogida de Cáritas, y Cruz Roja ya ha superado las previsiones de 2013, cuando todavía quedan dos meses para que finalice el año. Una pobreza, que además está afectando cada vez más a capas de la sociedad que hace apenas unos pocos años parecía impensable. Lo reconoció recientemente el propio presidente Herrera tras presentar la Red de Protección a las Familias de Castilla y León afectadas por la crisis: «La pobreza ha avanzado entre la clase media debido a una crisis que ha provocado un claro deterioro social y que va a dejar para siempre tocada a una parte significativa de la sociedad».

Pobres de camisa y corbata

España y los españoles llevan sufriendo seis años muy duros de recesión, paro y empeoramiento de la calidad de vida para millones de familias. Especialmente, parejas jóvenes con hijos que están pagando una hipoteca y que se han quedado sin trabajo. Son los pobres de corbata y camisa, que han perdido su trabajo y afrontan una nueva trayectoria descendente con riesgo de exclusión social. «No saben ser pobres ni cómo hacer frente a este problema ni comportarse. Tienen miedo a que les vean y les da vergüenza pedir ayuda, lo que les genera un gran trauma», advierte Godofredo García, del Banco de Alimentos de Castilla y León. Personas y familias que apenas pueden subsistir sino es gracias a la ayuda que reciben de las administraciones, de la solidaridad de la sociedad civil, cuya gran labor en esta crisis está siendo fundamental multiplicando sus programas de ayuda para dar comida y facilitar un techo a miles de familias de la Comunidad que no tienen que llevarse a la boca ni donde pasar la noche, encender la luz o abrir el grifo del agua. Pero Herrera llama a la sociedad a no arrojar la toalla y rebelarse ante una creciente situación dual de la sociedad, en la que cada vez hay más diferencias entre los que pueden vivir dignamente y los que no. Objetivo: frenar este avance de la pobreza y evitar que esta situación se cronifique, que sería la peor noticia.

La Red de Protección Familiar creada recientemente es la herramienta que la administración pone a disposición de los más necesitados para que no se queden sin comer ni un solo día, ni duerman en la calle una sola noche o se queden sin unos ingresos mínimos con los que sobrevivir.