Castilla y León

Miles de personas toman la calle para exigir democracia real y participativa

Repudian la corrupción, piden trabajo y rechazan políticas económicas fracasadas

Miles de personas toman la calle para exigir democracia real y participativa
Miles de personas toman la calle para exigir democracia real y participativalarazon

VALLADOLID- Más de 10.000 personas, según fuentes policiales, y alrededor de 25.000, según los sindicatos, salieron a las calles de las diversas capitales de Castilla y León mostrando así su claro malestar contra las altas cifras de desempleo en España así como contra las políticas económicas que se están llevando a cabo, que apuesta más por la reducción del déficit que por crear empleo. Por ello, el grito fue unánime, «una democracia social y participativa» y una repulsa contra la corrupción.

Trabajadores inmersos en procesos de regulación de empleo, colectivos de padres y profesores en defensa de la escuela pública, grupos contra los desahucios, miebros de partidos políticos, asociaciones de consumidores, sindicalistas participaron en estas marchas multitudinarias con un manifiesto común en el que se reprueba a la Comisión Europea que siga «enrocada en políticas fracasadas centradas exclusivamente en la reducción del déficit público y la deuda»; rechazaron el desmantelamiento de los servicios públicos; exigieron la aprobación de la iniciativa legislativa popular por la dación en pago y la paralización de los desahucios además de criticar la reforma de la Ley de Bases de Régimen Local.

En Ávila, fueron alrededor de un millar de personas las que se manifestaron con la presecia de empresas afectadas por expedientes de regulación de empleo, como Bankia o Elgorriaga, así como de otras a punto de iniciar un proceso de negociación ante la demanda de nuevas medidas de flexibilidad como en el caso de Nissan.

Entre 1.000 y 3.000 ciudadanos salieron a las calles de Burgos con un rechazo unánime a los recortes en educación, sanidad y servicios sociales.

En León fueron unas 2.000 los manifestantes y 500 en Ponferradam entre ellos el recién elegido alcalde, Samuel Folgueral para denunciar la actual situación de paro, empobrecimiento, desahucios y emigración obligada de los jóvenes en la provincia.

En Palencia, la protesta reunió a unas 1.200 personas con presencia de colectivos sociales y políticos de todo tipo.

En Salamanca, la cifra alcanzó los 3.000 manifestantes, que pidieron que se impulsen medidas para paliar las altas cifras de desempleados y también que se ataje la corrupción.

En la capital segoviana la cifra alcanzó el millar de personas, donde se mostró un rechazo unánime a la corrupción, exigiendo una regeneración democrática, además de instar al Gobierno a adoptar medidas para acabar con el desempleo.

Cerca de un millar de personas protestaron en Soria, donde los participantes incidieron en que la situación de la provincia es «especialmente grave» por su falta de infraestructuras y por la grave despoblación que sufre en la actualidad.

Valladolid vivió la mayor protesta, con más de 4.500 personas, donde se reivindicaron otras políticas para hacer las cosas de otra manera.

Por último, en Zamora, fueron alrededor de 2.000 zamoranos los que respondieron a la convocatoria de la Cumbre Social y donde protestaron por los recortes, el paro y la corrupción política. «nos sobran los motivos porque hay seis millones de parados», manifestaba la secretaria provincial de UGT en Zamora, Nieves García, mientras que su homólogo en CC OO, Manuel Pablo, mostró su rechazo a la corrupción políticas y las reformas y ajustes.

«Pérdida de valores éticos y democráticos»

El secretario de Comisiones Obreras en Castilla y León, Ángel Hernández indicaba, durante su participación en la manifestación de Valladolid, que la ciudadanía vuelve a la calle porque el desempleo «no hace más que aumentar», lo que demuestra, a su juicio, el «fracaso de la reforma laboral». Hernández aseguró que el incremento del paro en España va acompañado por una «pérdida de valores éticos y democráticos y escándalos de corrupción». Por su parte, Agustín Prieto, de UGT, indicaba que la política del Gobierno es «nefasta porque cada vez hunde más al país en el agujero y no se ven expectativas de futuro». Mientras aumenta el desempleo, el Gobierno «mira hacia otro lado sin llevar a cabo políticas de estímulo».