Palencia

Palencia cumple con la centenaria tradición de beber agua de la cripta de San Antolín

El obispo de Tarija (Bolivia), Javier del Río y el obispo de Palencia, Manuel Herrero, junto a la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén; el alcalde Alfonso Polanco,; la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos; y el consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo, entre otros, cumplen con la tradición de beber agua de la cripta de San Antolín, tras la misa en honor al patrón de la ciudad
El obispo de Tarija (Bolivia), Javier del Río y el obispo de Palencia, Manuel Herrero, junto a la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén; el alcalde Alfonso Polanco,; la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos; y el consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo, entre otros, cumplen con la tradición de beber agua de la cripta de San Antolín, tras la misa en honor al patrón de la ciudadlarazon

Miles de palentinos cumplieron con una de sus tradiciones más centenarias y acudieron desde primera hora de la mañana de ayer a su cita con el patrón, San Antolín, acercándose hasta la catedral para beber agua de la cripta, que vuelve a abrir sus puertas para esta festividad.

Tras los problemas de potabilidad que presentó el pasado año y que impidieron a Sanidad dar el visto bueno al cumplimiento de esta tradición, los palentinos volvieron con ánimos renovados.

La presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén; el alcalde Alfonso Polanco; la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos; y el consejero de Empleo, Carlos Fernandez Carriedo, entre otras personalidad, cumplieron con la tradición beniendo el agua que les ofreció el obispo de Palencia, Manuel Herrero.

Fueron también muchos los fieles que acudieron hasta la catedral para asistir a la misa en honor al patrón de la ciudad que estuvo presidida por el obispo de Palencia, Moseñor Manuel Herrero, que pidió a los feligreses que hagan de su vida «un canto de entrega al señor» quien, dijo, «vino a nuestro encuentro para no separarse nunca porque nos amó y nos ama hasta el extremo».

El cabildo catedralicio preparó más de 10.000 vasos para antender la demanda.