Castilla y León
«Urge un modelo de financiación más justo y que la solidaridad en España sea cierta»
Mario Amilivia, presidente del Consejo de Cuentas, destaca el «buen uso» que se hace del dinero público
Apenas lleva un par de meses al frente del Consejo de Cuentas de Castilla y León y no le han dejado ni aterrizar como quien dice.
Un tiempo en el que el leonés Mario Amilivia ha aprobado la Memoria de 2018 y ha comparecido hasta en dos ocasiones en las Cortes autonómicas. Primero, para aprobar el Plan Anual de Fiscalizaciones más social de la historia -ya que se controlará la Ley de Dependencia, las cláusulas sociales en la contratación pública o las medidas que el Parlamento autonómico ha aprobado para combatir la despoblación-. Y, después, para dar cuenta a los grupos parlamentarios de seis informes que estaban pendientes. Como el de seguimiento de las recomendaciones de 2017, las cuentas del Sector Público Local de 2016, la investigación de las universidades públicas, la fiscalización de la Renta Garantizada de Ciudadanía o la del patrimonio inmobiliario de la Diputación de Zamora.
Respecto a la situación económica y financiera de Castilla y León, Mario Amilivia tiene claro que es buena y afirma a LA RAZÓN que su autonomía «no está comprometida». Primero, dice, porque «está cumpliendo el objetivo de déficit». Segundo, porque la Región «paga en tiempo y forma a los proveedores». Y, tercero, porque asegura se está haciendo un «buen uso» del dinero público.
«Los gobernantes hacen bien en priorizar un buen Estado del Bienestar al que emplean ocho de cada diez euros en lugar de acometer obras de infraestructura», señala. Si bien, apunta que para seguir prestando estos servicios de calidad en Sanidad, Educación y Servicios Sociales, la Región «necesita que la solidaridad entre regiones que recoge al artículo 2 de la Constitución sea cierta en España y no solo un concepto». Es más, dice que urge un nuevo modelo de financiación «más justo con Castilla y León y que nos permita mejorar».
Para la próxima legislatura, avanza que quedan pendientes para su debate en las Cortes una quincena de informes, muchos de ellos de carácter más local, como la gestión de la recogida de los residuos sólidos urbanos de los Ayuntamientos de Palencia y Soria. Algo que, según Amilivia, habría que cambiar. «Los informes de fiscalización que atañen a entidades locales no deben ser objeto de debate en las Cortes, ya que el Parlamento ha de centrarse más en aquellos que afecten a la Región y a su sector público», afirma.
También quiere regular los plazos de comparecencia del presidente del Consejo de Cuentas en el Legislativo regional para acercar lo más posible la aprobación de los estudios de fiscalización a su tramitación y debate parlamentario, y de esta forma evitar la acumulación de informes.
Asimismo, defiende avanzar en la transparencia y aprovechar más y mejor las nuevas tecnologías para que los documentos sean más accesibles e inteligibles para la gente. Y apuesta además por reforzar la autonomía e independencia de la entidad favoreciendo que sea ella quien apruebe el plan anual de fiscalizaciones, y por que el Consejo de Cuentas tenga siempre a su disposición al personal mas cualificado. «Sería sinónimo de calidad democrática», destaca.
Partidario de cambiar el sistema electoral
Mario Amilivia asegura que el escenario político actual es de incertidumbre total. «Puede ocurrir cualquier cosa», dice, mientras lamenta que los políticos hablen poco de los asuntos que preocupan a los españoles. Lo que más le inquieta es que los ciudadanos, tras acudir a las urnas, no perciban que su voto haya servido para lograr un gobierno estable. Por ello es partidario de cambiar el sistema electoral, con listas abiertas, votos personales e incorporando barreras legales o estableciendo una circunscripción única de 50 diputados para recoger los restos. Y tiene claro que en las elecciones autonómicas y municipales, mucha gente intentará convertir en útil su voto, si creen que en las generales no lo ha sido.
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