Hacienda
Antifraude revisará los casos pendientes de De Alfonso
El director de la oficina fiscalizadora halla 96 expedientes acumulados, la mitad caducados
El director de la oficina fiscalizadora halla 96 expedientes acumulados, la mitad caducados.
La Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) ha estado en el centro de la polémica en los últimos tiempos, particularmente por las reuniones de su ex director Daniel de Alfonso con el ex ministro de Interior Jorge Fernández Díaz. El sustituto de De Alfonso, Miguel Ángel Gimeno, quiso despejar ayer ante el Parlament las suspicacias que se han generado y subrayó que el personal del organismo fiscalizado era «ajeno» a las prácticas de su antecesor en el cargo, por lo que «se puede contar con ellos». Y prometió abrir una «nueva etapa» en la OAC en el organismo, para que sea «más independiente, eficiente y transparente», lo que pareció una manera de marcar distancias con De Alfonso para ganarse la confianza de los diputados que le han designado.
Esta «nueva etapa» contempla, a su juicio acabar con el «déficit» del mandato de De Alfonso, que al parecer dejó 96 expedientes paralizados, la mitad ya caducados, siempre según la versión de Gimeno. Explicó que ni se tramitaron.
«Falta de control»
Añadió que estos expedientes están caducados porque pasó el plazo de seis meses de plazo que tiene la OAC para llevar a cabo sus investigaciones. Afirmó Gimeno que «no veía una intencionalidad política» en la paralización de este casi centenar de expedientes, ya que «muchos de ellos no eran relevantes», por lo que atribuyó esta acumulación sin tramitar a la «falta de controles internos», y a problemas organizativos en la entidad.
Sin embargo, aseguró que el OAC ya adoptó medidas para solucionar esta acumulación de expedientes paralizados sin que se quede ninguno de ellos por investigar. Los que estaban a punto de caducar se tramitaron por vía urgente, y los que ya lo habían hecho, se archivaron, y se notificó este hecho a las partes, aunque se ordenó que se vuelvan a abrir de oficio.
Según Gimeno, una vez cerrada esta investigación, puede determinar con «rotundidad» que ningún miembro del actual personal de la OAC está implicado «en ninguna perversión de sus funciones». Tras advertir de que de momento no puede dar más detalles sobre esta investigación, Gimeno expuso sus cuatro ejes para los próximos años: una mejora del funcionamiento interno, del diseño organizativo, una apuesta por la transparencia y la prevención de la corrupción, y por unas investigaciones más eficaces.
El director reconoció que el funcionamiento interno tenía déficits de control y que no estaban claros los estándares de actuación, algo que también detectó en la selección del personal y a la hora de tener mecanismos para evaluar el cumplimiento de objetivos. Vio «mucho margen» para mejorar el apartado de transparencia, por lo que encargó al director adjunto, Joan Xirao, redefinir este capítulo bajo los criterios de estricta legalidad que quieren cumplir.
✕
Accede a tu cuenta para comentar