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Benet i Jornet, premio de honor para el teatro

El autor será homenajeado en el Palau de la Música el 11 de junio

El dramaturgo Josep Maria Benet i Jornet, ayer, en la sede de Òmnium Cultural
El dramaturgo Josep Maria Benet i Jornet, ayer, en la sede de Òmnium Culturallarazon

Hace 50 años, un desconocido joven autor teatral era distinguido con el Premio Josep Maria de Sagarra. Ahora este mismo escritor ha logrado que el teatro entre por la puerta grande en el Premio de honor de las letras catalanas, dotado con 15.000 euros, al concederle este galardón al dramaturgo Josep Maria Benet i Jornet. Ayer la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals, anunció el nombre del ganador, que será homenajeado en una acto que se celebrará en el Palau de la Música el próximo 11 de junio.

Nacido en Barcelona, Benet i Jornet inició su andadura literaria con «Una vella, coneguda olor» a la que han seguido numerosos textos que han subido, sobre todo, a los escenarios del Teatro Nacional de Cataluña (TNC) y el Lliure. Pero su curiosidad como autor no ha conocido límites e incluso se ha atrevido como principal guionista de algunos de los seriales más conocidos de TV3 como «Poble Nou», «Rosa», «Nissaga de poder», «Laberint d'ombres», «Nissaga, l'herència» y «Ventdelplà».

El periodista Joaquim Maria Puyal, en nombre del jurado, resaltó la figura de Benet i Jornet, de quien se ha destacado la «calidad, extensión, variedad y coherencia de su obra, con una continuidad en todas las épocas y condiciones».

Benet i Jornet no pudo ocultar su emoción durante la rueda de Prensa al tratarse de una distinción que «no me esperaba. Estoy perplejo porque nunca se me ocurrió que yo podría ganar esto. No sé si mi obra tiene la calidad necesaria para merecer un premio, pero en todo caso éste es un premio para el teatro catalán». El autor de éxitos como «Quan la ràdio parlava de Franco», «Ai, carai!» o «Testament» sostuvo que la pasión por la escena es «lo que ha dado sentido a mi vida, si es que la vida tiene algún sentido. Moriré sin saber si lo que he hecho es bueno o malo, pero lo haré escribiendo».

El premiado aseguró que todavía sufre cuando se enfrenta a un nuevo texto porque «no sé si saldrá bien. Escribo para mí, pero pensando en los otros». Es de los más jóvenes de quien está aprendiendo más en la actualidad porque «son quienes me están marcando. Es algo que empezó hace 25 años con Sergi Belbel. Aprendo mucho de ellos porque son gente ambiciosa, con formas de escribir muy diferente de la mía».

También rememoró su paso por la universidad, donde «tuve la suerte de tener compañeros muy inteligentes que actuaron como maestros». Tampoco olvidó su llegada a la escuela de arte dramático Adrià Gual o el poder asistir a las lecciones de literatura, casi clandestinas, que daba el catedrático Joaquim Molas.

UNA CARRERA CON MUCHOS TÍTULOS CLAVE

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Su carrera se inicia con «Una vella, coneguda amor», a la que le han seguido algunas de las obras más aplaudidas del teatro catalán, como «Ai, carai!», «Desig», «E. R.», «Olors», «Quan la ràdio parlava de Franco» –con aportaciones de su amigo Terenci Moix–, «Soterrani» y «Dues dones que ballen».

TELEVISIÓN

Para muchos, Benet i Jornet es el padre de los culebrones catalanes, gracias a su participación en «Poble Nou», «Pedralbes Centre», «Nissaga de poder» o «Ventdelplà». Antes también participó en espacios dramáticos para la pequeña pantalla como «Un somni i mil enganyifes».

NARRATIVA

Su buen hacer como ensayista resulta evidente en sus libros «La malícia del text» y «Material d'enderroc».