Can Cargol, una masía catalana en pleno centro de Barcelona

Can Cargol es un restaurante con la única pretensión de hacer una buena cocina catalana y mediterránea casera, con las recetas de siempre, y con el gran valor de su oferta.

Can Cargol es un restaurante con la única pretensión de hacer una buena cocina catalana y mediterránea casera, con las recetas de siempre, y con el gran valor de su oferta. Y es que este establecimiento ofrece a sus comensales la oportunidad de disfrutar en pleno centro de Barcelona de productos únicos como los caracoles, los calçots y las carnes a la brasa cocinadas en su parrilla y servidas a la piedra con un ramillete de romero.

«Hay poco restaurante en la ciudad con caracoles y también nos hace especiales el tema de la parrilla», señala Javi Franch, quien dirige el negocio familiar desde hace año y medio, tomando el relevo a su padre. Además, Can Cargol, que nació hace cerca de 45 años como un restaurante gallego para reinventarse una década después como argentino y convertirse pasados diez años más en lo que es hoy en día, completa su oferta con una extensa y variada carta, que cuenta también con ensaladas, tapas y pescados y en la que últimamente han adquirido protagonismo también los arroces. «Tenemos un chef que estuvo trabajando en un restaurante de la Barceloneta y es un especialista en arroces», señala Javi, así que «la carta ofrece siempre un arroz con bogavante muy bueno y además, de lunes a viernes, tocamos diferentes paellas».

Además, el restaurante juega con las posibilidades que le ofrecen los productos de temporada a través de las sugerencias, que son entorno a una decena y varían unas dos veces por semana. Las alcachofas a la brasa o los calçots de Valls son ahora los platos estrellas de estas sugerencias, que ofertan también mejillones al vapor, arroz de bogavante, bacalao a la bilbaína, cabrito asado o caracoles a la gormanda, por ejemplo.

Por último, Can Cargol presenta una tercer opción a sus comensales: el menú de mediodía de lunes a viernes, que por 15 euros incluye tres o cuatro primeros a elegir, otros tantos segundos y postre, café o bebida. «El menú lo cambiamos cada día y muchos de sus platos, sobre todo los segundos, están relacionados con la carta», explica el director del restaurante, quien avanza que está estudiando incorporar a la oferta a partir del mes que viene un menú degustación para las noches de domingo a jueves. «Serían ocho o diez platillos diferentes para que la gente pruebe varias cosas», apunta.

Cambio de imagen

Y es que, desde que Javier Franch se hiciera cargo de la dirección del establecimiento, que dado su carácter familiar cuenta también con un menú para niños, éste ha sufrido varios cambios, sobre todo a nivel estético, y se avecinan más. «El restaurante necesitaba un cambio de imagen y así, por ejemplo, hemos cambiado algo la decoración, así como la vajilla...», explica el director para a continuación revelar que «tenemos también la idea de modificar el horario de apertura actual para abrir de forma ininterrumpida de las 12.30 horas a la medianoche e incluir la opción de “take away”».

Con una oferta tan característica, el ambiente del restaurante, su estilo y decoración no podían más que evocar ese aire rústico que desprende su carta. Techos de madera, suelo de baldosa, paredes de ladrillo y su lámpara de hierro forjado suspendida del techo al estilo castillo medieval transportan al comensal «a la típica masía catalana», pero ésta ubicada en plena ciudad.