CDC replica a Duran que el proceso soberanista «no tiene marcha atrás»

BARCELONA- La entrevista publicada ayer por LA RAZÓN con Josep Antoni Duran Lleida, en la que declaró que «en la práctica, del proceso soberanista no hay nada», ha causado malestar en Convergència, que, no obstante evitó abrir una polémica con Unió para no dejar más en evidencia las diferencias que subsisten en el seno de la federación nacionalista en torno al proyecto independentista. «Pongamos esas declaraciones de Duran en la coyuntura que se han hecho. No hay una sola votación en la que los miembros de CiU hayan votado de forma diferente. No puede haber dudas de que llegará hasta el final en este proceso, que será difícil pero que no tiene marcha atrás», afirmó ayer el vicesecretario de Coordinación Institucional de CDC, Lluís Corominas, durante su participación en el Aplec del Cargol en Lleida.

Juntos en el Parlament

La fiesta del caracol en la capital del Segre, que cada año atrae a dirigentes políticos catalanes, estuvo dominada en esta ocasión por las palabras de Duran, que pueden presagiar una futura división de CiU llegada la hora de convocar una consulta. Mientras esa hora no llega, Unió y Convergència mantienen sus matices. Los primeros negando que el Govern sea hiperactivo con el proceso soberanista y los segundos subrayando que no hay dudas en la federación. «De Unió destaco su compromiso con el derecho a decidir al presentar junto a nosotros el mismo programa electoral y con sus votaciones en el Parlament. Además, recuerdo que Núria de Gispert –de UDC– es la presidenta de la comisión sobre el derecho a decidir», añadió Coromines.

Mientras los socios de CiU trataban de disimular sus discrepancias, el PP puso el dedo en la herida. La vicesecretaria de Organización del PPC, Dolors Montserrat, otra de las participantes en el Aplec del Cargol, pidió a Duran Lleida que hable sin pelos en la lengua sobre el proceso soberanista, definiendo su postura sin dar lugar a dudas. «Habla de una manera o de otra dependiendo de dónde se encuentre. Que hable claro y diga de una vez si está a favor de la soberanía o la independencia de Cataluña. Vemos a una CiU dividida, bipolar, que no sabe hacia dónde va. Que diga si es soberanista o si está a favor de Cataluña, de España y de Europa», pidió Montserrat.

En realidad, el líder de Unió nunca ha ocultado su postura. Es partidario de que España se organice de forma confederal para ampliar el autogobierno de Cataluña y, por tanto, rechaza el planteamiento de la independencia de Cataluña, a diferencia de sus socios de Convergència. Todo ello dificulta la relación entre los socios de CiU, tal y como el propio Duran reconoció durante su entrevista en este periódico.

«La relación es más complicado, sin duda. Por tanto, requiere más habilidad de los dirigentes para seguir trabajando juntos», afirmó el líder socialcristiano. No obstante, Duran Lleida es partidario de que los socios de la federación hallen la manera de no acabar con su histórica relación de 32 años de duración.

«Sería un error que esto se rompiera. Si hay algo que tengo claro es que sólo le faltaría a Cataluña que la principal fuerza política se rompiese. Debilitaría a Convergència, a Unió, y a Cataluña», consideró Duran.

Así las cosas, hay dos certezas sobre el proceso soberanista. La primera es que está causando división en CiU –y también en el PSC –y la segunda es que el mapa político que hoy se dibuja en Cataluña va a experimentar cambios en muy pocos años.

Entretanto, la refriega política no se va a detener. Bastó que el PP pidiera a Duran que clarificara su postura respecto al proceso soberanista para saltara a la palestra el vicesecretario de Unió, Toni Font. «Que el PP no se preocupe tanto por Unió y CiU, y dedique sus esfuerzos a hacer posible la consulta aunque ellos voten que no», dijo a través de Twitter.

La entrevista de Duran en «LA RAZÓN» se cuela en el Aplec del Cargol

La entrevista publicada ayer por este periódico con Duran Lleida desató las reacciones de los dirigentes presentes en el Aplec del Cargol. Duran disminuyó los pasos dados en relación al proceso soberanista, al reducirlos a dos declaraciones y una comisión parlamentaria.