Cataluña
Descubren un agujero económico de al menos 300.000 euros en el PEN catalán
También encuentran que faltan obras procedentes del fondo artístico de la histórica institución
También encuentran que faltan obras procedentes del fondo artístico de la histórica institución
Corren muy malos tiempos para el Pen Català. La veterana institución, conocida por su defensa de los escritores perseguidos, está pasando uno de los peores momentos de su historia desde que comenzó su andadura en 1922 con Pompeu Fabra como presidente. Una auditoría acaba de sacar a la luz una serie de irregularidades económicas y que habrían un dejado un agujero muy importante, una situación que deja herida al Pen Català.
Las irregularidades financieras fueron detectadas por Àngels Gregori el pasado año poco después de acceder a la presidencia del Pen Català, sustituyendo a Carme Arenas en el cargo. «Entré como presidenta el 14 de junio de la pasado año. A la semana se empezaron a detectar en la contabilidad que no acababan de cuadrar cantidades», explicó ayer Gregori en declaraciones a este diario. Fue en ese momento cuando la responsable del Pen Català pidió explicaciones a Arenas que no acabaron de convencer. «La cantidad de dinero que faltaba se empezó a hacer cada vez más alta, así que se decidió encargar una auditoría. El resultado son unas cifras que son muy difíciles de digerir. Se confirma todo», subrayó Gregori que no ha querido concretar esas cantidades. Sin embargo, fuentes cercanas a la institución apuntan que podrían ser más de 300.000 euros.
Desde entonces, el actual equipo del Pen Català ha exigido a Carme Arenas que expliqué que ha ocurrido entre 2010 y 2018, el tiempo en el que ella fue la presidenta de la entidad. Así sucedió, por ejemplo, el pasado 18 de diciembre cuando compareció ante la junta directiva de la asociación que cuenta en la actualidad con 600 socios. El próximo 11 de junio se celebrará una junta extraordinaria en la que precisamente serán los socios los que tengan la palabra y puedan conocer con detalle cuanto se indica en la auditoría. Será entonces cuando se decida si se emprenden acciones legales. «No nos podemos permitir una situación así. Estamos viviendo en la actualidad una situación muy difícil y dolorosa con la que estamos sufriendo mucho. Esto no es ir en busca de nadie», matiza Gregori quien recuerda que «estamos haciendo una labor de limpieza desde dentro, desde la propia entidad. No es algo externo». Carme Arenas es todavía socia del Pen Català. «No queremos hacerle daño a nadie. Deben ser los mismos socios los que decidan si ella debe seguir en la entidad».
El Pen Català ha sido una de las entidades que se han visto en los últimos años más beneficiadas con la crisis institucional en Cataluña. En este sentido, el pasado 21 de enero junto con el Pen Internacional -actualmente presidido por Carles Torner- criticó las “restricciones excesivas” sobre la libertad de expresión en España a raíz de los cargos, que consideró desprorporcionados, de sedición y rebelión contra el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y el expresidente de la ANC y diputado de JxCat Jordi Sànchez. Entre 2013 y 2017, durante la etapa de Carme Arenes al frente del Pen Català, recibió 300.000 euros por parte de la Generalitat. Igualmente, por parte del Icub del Ayuntamiento de Barcelona, la institución recibió en 2017 en subvenciones por convocatoria 28.164 euros. Un año antes, el Icub otorgó 16.000 euros en concepto de subvenciones por convocatoria y 20.000 euros por subvenciones por convenio.
Fuentes consultadas por este periódico también apuntaron a que también faltan algunas obras del fondo de arte que el Pen Català ha logrado reunir en los últimos años. Hablamos de donaciones que esta institución ha recibido a lo largo de su andadura y que está formada por obras de creadores de la talla de Antoni Tàpies, Albert Ràfols Casamada, Perejaume o Joan Pere Viladecans.
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