Barcelona

El aeropuerto de Lérida sigue sin despegar 7 años después

Apenas a 35.000 viajeros pasaron por la instalación en 2016, muy lejos de los 60.000 de su primer año. Pese a la importancia de los esquidores, 61% del pasaje, la niebla obligó a cerrarlo tres semanas

El aeropuerto de Lérida Alguaire fue inaugurado en 2010
El aeropuerto de Lérida Alguaire fue inaugurado en 2010larazon

El aeropuerto de Lérida Alguaire cumplió siete años esta semana desde su inauguración pese a que los tiempos de la barra libre de aeropuertos parezcan mucho más lejanos, Alguaire, como el resto de su quinta, ha pasado a engrosar las filas de un triste capítulo de la historia urbanística de este país.

El aeropuerto de Lérida Alguaire cumplió siete años esta semana desde su inauguración pese a que los tiempos de la barra libre de aeropuertos parezcan mucho más lejanos, Alguaire, como el resto de su quinta, ha pasado a engrosar las filas de un triste capítulo de la historia urbanística de este país. Y no es otro que la del despilfarro económico. En 2016, apenas 34.500 personas desfilaron por el aeropuerto, menos incluso que aeropuertos de tanta solera como León y poco más que Badajoz o Salamanca. Unas cifras que distan mucho de los objetivos de la conselleria de Territorio que esperaban, al menos, superar los 50.000 pasajeros. Con el agravante de que esta Navidad, sin ir más lejos, la infraestructura estuvo cerrada durante más de tres semanas por la niebla. El grueso de los esquiadores ingleses, por lo tanto, tuvieron que ser desviados a Reus.

Así las cosas, la Generalitat comenzó la construcción del aeropuerto en 2007 con un presupuesto inicial de 40 millones de euros. Las obras terminaron tres años más tarde pero la inversión ya se había disparado hasta los 90 millones. En 2010 entraba en funcionamiento con buenas perspectivas ya que acogió a más de 60.000 pasajeros. Un espejismo. En los años sucesivos el tráfico se desplomó hasta situarse poco por encima de los 30.000 pasajeros. A modo de ejemplo, en 2015, Alguaire transportó a 33.240 pasajeros, por debajo de León (38.707) o La Gomera (34.950) y poco por encima de Salamanca (23.052) y Badajoz (22.370).

El aeropuerto, en cualquier caso, registra más actividad durante las estaciones de verano e invierno. A día de hoy son tres las compañías que operan en él. Air Nostrum, que ofrece vuelos a Palma de Mallorca durante los fines de semana de todo el año y a Mahó e Eivissa durante el verano; y dos touroperadores: el británico Neilson Thomas Cook, que ofrece vuelos entre el Reino Unido y Alguaire para desplazar esquiadores hasta Andorra, y el israelí Arkia, que realiza el trayecto entre Lérida y Tel Aviv durante los meses de invierno.

Es decir, vive básicamente del turismo. Y, dentro de esta modalidad, de los esquiadores. Tal y como explicó del conseller de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, a la pregunta del diputado por Lérida de C’s, Jorge Soler, recogida por el Boletín Oficial del Parlament de Catalunya, el 61 por ciento de los turistas del aeropuerto de Alguaire en 2016 son esquiadores, según la respuesta por escrito. «En total han pasado por el aeropuerto más de 34.500 pasajeros. Ha habido 21.165 viajeros relacionados con el turismo de esquí», señaló el conseller Josep Rull. Falta por ver si repetirán después de la experiencia de este invierno. Durante tres semanas, ninguno de los aviones fletados desde Londres y Manchester por el touroperador Neilson Thomas Cook con destino a Lérida no pudieron aterrizar a causa de la niebla y tuvieron que ser desviados a Lérida. En total, algo más de 1.100 personas. Por ello, desde Lérida ya hace tiempo que varias voces reclaman la instalación de un sistema antiniebla que de mayores prestaciones ya que cada año a principio de temporada son varios los vuelos que se suspenden.

A vueltas con la niebla

No es de extrañar, pues, que el Secretario de Infraestructuras y Movilidad, Ricard Font, tuviese que salir al paso de las críticas. Font pidió dimensionar las cosas por la normalidad y no la excepcionalidad, ya que no había habido tantos días de niebla seguidos en Lérida desde el año 1943. Según Font, las compañías aéreas que operan en Alguaire, Neilson Thomas Cook y Air Nostrum, están «absolutamente satisfechas» con el sistema alternativo que les ha permitido operar en Reus o Barcelona cuando ha habido niebla. El coste del sistema antiniebla, del que dispone, por ejemplo, Barcelona, sería de 7,5 millones.

La amenaza de Andorra

Al margen de las dudas sobre la viabilidad del aeropuerto de Lérida Alguaire, la niebla o la cercanía de Reus, otra amenaza se cierne sobre esta instalación. El gobierno de Andorra no esconde su interés por contar con un aeropuerto que sirva a sus necesidades. Pero la complicada orografía del terreno no lo pone fácil. Y ahí entra en juego el aeródromo de la Seu d’Urgell, inaugurado hace unos años tras décadas cerrado. Al fin y al cabo, Alguaire está a más de dos horas de Andorra. De ahí que el gobierno del Principado mantenga conversaciones con la Generalitat.