El desafío independentista
El Ayuntamiento y TMB denunciarán el ataque al bus turístico de Barcelona
El gobierno municipal califica el acto vandálico de «xenófobo» y cuantifica en 1.850 euros los desperfectos. La empresa de transportes recuerda a las juventudes de la CUP que el servicio aporta 10 millones anuales al metro.
El Ayuntamiento de Barcelona ha intentado pasar de puntillas sobre el acto vandálico que protagonizaron las juventudes de la CUP con el bus turístico, le pincharon las ruedas y le pintaron una luna, pero al final ha tenido que transigir. Tanto el gobierno municipal como Transportes Metropolitanos de Barcelona presentaron ayer una denuncia por los hechos después de recopilar datos sobre el incidente y de valorar los daños materiales y de la parada del servicio, que cuantifica en casi 1.850 euros. El Consistorio apuntó que se añadirá a la denuncia ya que considera intolerable el ataque que califica de «xenófobo» y «que puso en riesgo la seguridad vial y ciudadana».
Así, Jaume Collboni ha sido el encargado de gestionar el desaguisado como alcalde accidental de Barcelona. Y explicó que, tras consultarlo con los servicios jurídicos, el Ayuntamiento ha decidido sumarse a la demanda de TMB contra Arran, la organización juvenil asociada a la CUP, que reivindicó el ataque del pasado jueves.
Collboni aseguró que habrá «tolerancia cero» hacia los casos de turismofobia que, añadió, «son una expresión de xenofobia y deben ser condenados». También pidió a la CUP que haga lo mismo y rechace la violencia. Según el alcalde accidental, el acto vandálico no sólo fue un ataque contra el patrimonio público, sino que también se puso en riesgo la seguridad vial y ciudadana. La CUP, sin embargo, dio su apoyo a Arran «ante los intentos de criminalización por parte de personas y partidos políticos».Por ello, instan al Ayuntamiento a desarrollar «políticas valientes que avancen hacia el decrecimiento turístico».
TMB afirma que el Bus Turístico supone una aportación importante al sostenimiento del transporte público, ya que su contribución permite disminuir las necesidades de financiación en unos 10 millones de euros anuales.
El episodio del bus turístico, en cualquier caso, ha servido para caldear la política municipal. El grupo Demócrata, Ciudadanos, ERC y el PP coinciden en condenar los hechos. El presidente del Grupo Municipal Demócrata, Xavier Trias, pidió ayer responsabilidades al Ayuntamiento por no presentar la denuncia cuando ocurrieron los hechos. Trias confesó no entender la falta de celeridad del gobierno municipal. A su juicio, «si ocultas hechos vandálicos, los estás justificando». Desde el PP, Alberto Fernández pidió al ex concejal de Barcelona, Joaquim Forn, y actual conseller de Interior, que garantice la seguridad en la ciudad.
Por parte de ERC, Alfred Bosch calificó los hechos de «ludismo del siglo XXI», en referencia al movimiento obrero que en el siglo XIX protestaba destruyendo las máquinas, que veían como fuente de la pérdida de puestos de trabajo. Para el líder de los republicanos, «este ataque no conduce a nada y no ayuda a resolver los problemas», y por eso reclamó un pacto ciudadano para un turismo de calidad. El concejal Koldo Blanco de Ciudadanos tildó Colau de «irresponsable» por «culpar al turismo de los problemas de Barcelona».
✕
Accede a tu cuenta para comentar