El cajón de Sants estrena jardines

La última fase de las obras abre la polémica sobre el futuro del centro «okupa» de Can Vies.

Aquellos que decidan acercarse al barrio de Sants para disfrutar de su fiesta mayor podrán, además, curiosear el recién inaugurado parque que tras 13 años de obras ha subsanado los problemas urbanísticos provocados por el cajón de hormigón que se construyó o para tapar las vías del tren.

Con una inversión de 22,2 millones, esta estructura –que empezó a dibujarse ya en la época de Joan Clos y que ha visto pasar tres alcaldes más (Hereu, Trias y Colau)–, se ha cubierto de jardines, un espacio verde de 800 metros cuadrados rebautizado con el nombre de Jardins de la Ramba de Sants. Ayer por la tarde la alcaldesa Ada Colau, inauguró este parque donde la vegetación se combina con los espacios para hacer deporte, las zonas de juegos para los más pequeños, dos chiringuitos y una biblioteca.

El cambio es innegable y aunque este paseo ha sido acogido con agrado por la mayoría de los residentes, que ya pueden descansar del ruido proveniente de las obras y del paso de los trenes, todavía no está finalizado. Falta la última fase del proyecto, que prevé solucionar los problemas de acceso del lateral sur del cajón mediante taludes, rampas y ascensores como los que hay en el lado montaña, el que coincide con la calle Antoni Capmany. La polémica está servida puesto que será necesario expropiar decenas de fincas y derribar el edificio okupa de Can Vies, una de las mayores pruebas de fuego para el ejecutivo de Colau. De ahí que no se espera que se resuelva a corto plazo aunque su ahora socio de gobierno, el PSC, sea partidario de demoler este símbolo okupa.

El líder del PP en el Ayuntamiento, Alberto Fernández, instó ayer a Colau a ponerse manos a la obra y derribar Can Vies para no retrasar más la finalización del proyecto del cajón de Sants. Además, recordó a los socialistas que precisamente esa era una de las premisas para entrar en el gobierno de BComú. «Can Vies es icono de los okupas y de la violencia de los antisistema», remachó Fernández, para manifestar la permisividad del Ayuntamiento con este colectivo.