Barcelona
El Eixample se rebela contra la contaminación y pide acabar con las “autopistas urbanas”
Los vecinos crean una nueva plataforma para exigir cuentas a los políticos: “Reaccionen”
Los vecinos crean una nueva plataforma para exigir cuentas a los políticos: “Reaccionen”
Greta Thunberg no está sola. El discurso que la joven activista sueca dirigió a los mandatarios del Foro Económico Mundial, «no quiero que tengas esperanza, quiero que entres en pánico (...) que sientas el miedo que siento todos los días y luego quiero que actúes», ha sacudido conciencias en todo el planeta hasta formar a un auténtico ejército contra el cambio climático. Como las de Guille López y un grupo de vecinos del Eixample que hace tiempo ve con preocupación como su distrito incumple desde hace nueve años con los niveles legales de dióxido de nitrógenos (NO2) recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
Individualmente, estos vecinos eran ya muy activos en las redes sociales y compartían preocupación por la calidad del aire que respiran. Pero un día, decidieron ponerse cara. Se dieron cita en un café. Del café, salió una conferencia a cargo de Olga Margalef, miembro de la Plataforma per la Qualitat de l’Aire, en la Escuela Auró. Y de la charla, los cimientos de una plataforma ciudadadana que reclama medidas urgentes contra la contaminación. Esta plataforma, que se denomina apartidista, se ha puesto el nombre de «Eixample Respira» –toma la misma fórmula que la de los vecinos de «Sarrià Respira»–, y ayer se presentó en sociedad con un acto frente a la estación de control de la calidad del aire del Eixample, entre la avenida Roma y Comte Urgell. Allí repartieron su emblema, centenares de banderolas negras con una calavera con máscara que desde hoy cuelgan en los balcones de la ciudad con unmensaje «Stop contaminación. Menos coches=más salud». La idea es que su preocupación se extienda y por qué no, crear una plataforma mayor «Barcelona Respira», tras sumar esfuerzos con Sarrià Respira y los vecinos de la calle Independencia que hace tiempo que denuncian que su calle es una autopista desde que se desvía el tráfico de Glòries.
En su estreno como portavoz de la plataforma, López subraya que el problema de la contaminación en el Eixample y el resto de área metropolitana –hace 15 días el Síndic de Greuges constataba que nueve de cada diez catalanes respira aire contaminado– , es un problema de salud pública.
Igual que en su día hizo Thunberg para espolear a los políticos, la plataforma recoge múltiples datos sobre el daño que causa la contaminación a los vecinos de Barcelona. Empieza denunciando que «nuestras calles son verdaderas autopistas urbanas». Por la calle Aragón, que tiene 6 carriles, circulan 85.635 vehículos cada día; por la Gran Via (8 carriles), 56.694, y por Marina (6 carriles), 42.252. La suya no es una batalla contra el vehículo privado, puntalizan, sólo piden que se haga un uso más razonable «no es razonable utilizar una máquina de dos toneladas para desplazar a 1,2 personas», lamentan. Tampoco que coches y motos, que sólo representan el 24% de los desplazamientos en la ciudad, monopolicen en uso del espacio público. Y hacen de altavoz de datos preocupantes como los resultados de estudios del ISGlobal. Uno de sus investigadores, Jordi Sunyer alerta de que «si tuviéramos los niveles de calidad del aire recomendados por la OMS dejarían de producirse 1 de cada 3 ictus, 2 de cada 10 infartos y 2 de cada 10 cánceres de pulmón». Las tres principales causas de muerte de los hombres del Eixample.
✕
Accede a tu cuenta para comentar