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El gran comercio carga contra los horarios de apertura de Colau

La asociación cree que Barcelona puede perder ventaja competitiva respecto a otras ciudades

El Ayuntamiento y las asociaciones comerciales cerraron un acuerdo sobre los horarios comerciales hace unos meses «porque era eso o nada»
El Ayuntamiento y las asociaciones comerciales cerraron un acuerdo sobre los horarios comerciales hace unos meses «porque era eso o nada»larazon

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, disfruta de una relativa paz social desde su llegada al cargo. No obstante, eso no quita que mantenga algún que otro frente abierto en la ciudad, especialmente con el gran comercio y las asociaciones turísticas. Este sector se organizó hace unos años alrededor de la asociación Barcelona Oberta que ayer celebró un acto para criticar, precisamente, la gestión de Ada Colau. El Ayuntamiento modificó recientemente el calendario de festivos, atendiendo al pequeño comercio, de tal manera que sólo se permite abrir durante cinco domingos entre mayo y octubre. El acuerdo fue ratificado, curiosamente, por las mismas asociaciones que ahora lo denuncian ya que, según dicen, era «eso o nada».

Así las cosas, las asociaciones turísticas integradas en la plataforma Barcelona Oberta consideran que no tuvieron más remedio que aceptar la la oferta realizada por el Consistorio ante la falta de alternativas. El sector del pequeño comercio barcelonés, por otro lado, se ha mostrado siempre muy reacio a renunciar a los omingos. Al fin y al cabo, están regentados en su mayoría por una sola persona, por loq ue le supondría abrir todos los días de la semana. No obstante, desde la plataforma aseguran que con esta restricción horaria Barcelona pierde competitividad entre los destinos turísticos. Una circunstancia que podría entrañar cierta gravedad para la Ciudad Condal que se ha consolidado entre las cinco ciudades más visitada de Europa.

Aun así, Barcelona Oberta apunta que la cuestión horaria no tiene vuelta de hoja a nivel político pero se insiste en la preocupación por el modelo Barcelona que se quiere implantar. «Tenemos que convencer a quienes no lo quieren hacer», defendió su presidente, Gabriel Jené. «No sólo tenemos que mirar qué nos puede beneficiar a nosotros, tenemos que demostrar que es bueno para la ciudad», añadió. El director general de Comercia, sin embargo, ejemplificó la escisión entre el pequeño y el gran comercio. A su juicio, «abrir más días y más horas no quiere decir ampliar la demanda y cuando se abre un día festivo se benefician más unos que otros».

En cualquier caso, desde el sector del comercio se critica la ambigüedad de la que Colau hace gala. Los cinco domingos autorizados por el Ayuntamiento, entre mayo y octubre, son pocos y dejan el verano en desventaja respecto a otros grandes destinos turísticos donde la libertad horaria es mucho más amplia. Los comercios temen que los compradores se vayan a superficies que no padecen estas limitaciones fuera de Barcelona.

En lo que sí coincidieron todos los miembros de la plataforma fue en sus críticas a la alcaldesa por su permisividad con el top manta. Las patronales del comercio aducen que es incomprensible que la alcaldesa anteponga criterios de solidaridad con los manteros que venden sus productos sin pagar impuestos impunemente y que, por lo tanto, no ayudan a mejorar la economía productiva de Barcelona.