Elecciones catalanas

El independentismo vuelve a equiparar al Estado con el pasado franquista

Un diputado de ERC asegura que a «alguien se le ha pasado por la cabeza fusilar a separatistas»

Los asistentes al acto celebrado en una céntrica plaza de Reus iban ataviados con todo tipo de banderas y símbolos
Los asistentes al acto celebrado en una céntrica plaza de Reus iban ataviados con todo tipo de banderas y símboloslarazon

Un diputado de ERC asegura que a «alguien se le ha pasado por la cabeza fusilar a separatistas».

Si en las últimas fechas el independentismo parecía haber rebajado el tono de sus declaraciones contra el Estado en su propósito por desprestigiar la democracia española, ayer se convirtió en una exepción el portavoz de Demòcrates y diputado de ERC en el Parlament, Antoni Castellà, se convirtió en excepción. El líder de la escisión independentista de Unió afirmó ayer que el Estado no se atreve a fusilar a independentistas porque existe la Unión Europea, pero añadió que a «alguien se la ha pasado por la cabeza en el algún momento». Sus palabras, además, obtuvieron un simbología particular ya que se produjeron en unas declaraciones a los periodistas tras participar en el Cementerio de Montjuïc (Barcelona) en un acto en memoria de Manuel Carrasco i Formiguera, histórico dirigente de Unió Democràtica de Catalunya que murió fusilado por tropas franquistas por ser «leal» a la República, ha recordado.

El diputado independentista hizo un paralelismo de la muerte del democristiano con la situación actual en Catalunya: «Hay represión, hay persecución, hay cárcel, no nos fusilan. Probablemente la gran diferencia es que estamos en un espacio de libertad que es la UE y no se atreven a fusilar». Recordó que, precisamente Carrasco i Formiguera fue acusado de rebelión en un juicio sumarísimo, lamentó que no se haya anulado aquel proceso judicial, y lo tribuyó a que el Estado actual está liderado por «los herederos de aquel franquismo que no quieren negar que aquello fue un asesinato injusto».

Castellà consideró que, tras el referéndum del 1 de octubre de 2017, el día 3 de ese mismo mes debería haberse proclamado la República y haberla defendido a través de la resistencia pacífica, y ha asegurado que esa intención sigue vigente: «Perdimos la batalla pero no la guerra». Demòcrates plantea que el actual Parlament «haga un acto contundente de soberanía» y regrese a la situación al 3 de octubre a través de un acuerdo de las tres fuerzas independentistas con representación en el Parlament: JxCat, ERC y la CUP.

Castellà explicó que su partido «comprende y comparte» que JxCat proponga a Jordi Sànchez y no a Carles Puigdemont para la investidura, pero ha recordado que Demòcrates siempre consulta a sus asociados sobre su voto cuál debe ser su sentido de voto en ese debate.

Demòcrates tiene actualmente dos diputados en la Cámara, él y Assumpció Laïlla, que forman parte del grupo parlamentario de ERC, y aseguró que son leales a los republicanos y que se sienten «cómodos» con esta alianza. En todo caso, y a pesar de que Demòcrates esté, precisamente, aliado con Esquerra, el partido independentista que mayores muestras de moderación está dando tras el 21-D, se ha caracterizado siempre por ser la «CUP de derechas». Siempre ha apostado por forzar cualquier situación y de apostar por vías radicales para obtener la independencia, y las declaraciones de ayer son una nueva muestra de ello. Las anteriores a estas fueron en la línea de investir a Puigdemont, que consideran, como la CUP, que debe ser restituido.